- ¿Hoy a dónde vamos? - decía el rubio admirando el paisaje por la ventana del vagón del tren
- Es sorpresa, deja de preguntar- puchereo el moreno y le dio un empujón - pero te va a gustar- sonrió grande
- Jekjek, me puedes dar una piedra y me va a gustar - ambos rieron y el mayor guardo esa información
- Que bueno porque a veces soy codo - dijo fingiendo desinterés viendo sus uñas
El rubio comenzó a reír, contagiando al pelinegro. Tenían ya más de un mes saliendo y conociendo cualquier lugar que les despertara interés, ambos se gustaban y lo sabían, en ocasiones se tomaban de las manos y disfrutaban ese pequeño contacto, se daban besos pequeños en las mejillas de vez en cuando, se regalaban cualquier cosa que les hiciera pensar en el otro, cartas, velas, peluches, plantas, cualquier cosa. Sus amigos siempre les cuestionaban por qué simplemente no se animaban a hacerlo oficial, pero ambos siempre respondían lo mismo, iban a su ritmo, eventualmente sabían que lo serían
Jaehyuk se había enterado de una cafetería que ofrecía una estupenda vista al mar y además una experiencia de manualidades, le llamó la atención una en específico, la cerámica. Estaba decidido a declarársele al rubio, era el momento
- ¿Ya mero llegamos Jek? En verdad quiero saber ya, además ¿por qué traes una mochilota? - alzó la ceja juzgándole
Por cierto, acamparían en la playa
-Ya vamos a llegar, deja de estar de desesperado- pellizcó una de sus mejillas jugando
-Me voy a dormir entonces - se acurruco con el mayor dejándose llevar entre los brazos de Morfeo y el rico aroma del perfume del pelinegro
Cuando el tren paro, Jaehyuk se encargó de despertar al rubio, haciéndole prometer que no abriría los ojos hasta que llegaran al lugar, el rubio le dijo que estaba loco, pero aun así le obedeció y se aferró a su brazo, se golpeó un poco la cabeza al subir al taxi que los llevaría a su destino final y mordió el brazo del mayor como cobro por su golpe
-Insisto en que no era necesario la mordida, pero llegamos, a la cuenta de tres abres los ojos - decía el mayor preparando la cámara, quería captar la primera impresión del rubio
-Jaehyuk eres un loco, me encanta- sonrió viendo las olas crecer y llegar calmadas a la orilla del mar
El rubio sonreía tanto que seguramente cualquier persona que lo viera pensaría que ya estaba entumido, el mayor no se quedó atrás y sonrió, disfrutaba verle feliz, disfrutaba ser feliz con el japonés. El menor volteó a ver al contrario y se abalanzó al mayor haciendo que casi tirase la cámara, el pelinegro le cachó tomándole de la cintura, hundiendo su rostro en el cuello del otro, así se quedaron hasta que sintió que el contrario lloraba
- ¿Sahi estas bien? – dijo tomándole de las mejillas con mucho cuidado, viéndole en verdad preocupado
-Claro que no, me caes mal por adueñarte cada vez más de mi corazón – dijo refunfuñando
-Eres un tonto, me preocupaste niño bonito, vamos, se nos hace tarde para ir a un lugar – sonrió tomándole de la mano, el otro le siguió contento
ESTÁS LEYENDO
MANIFIESTO - JAESAHI
RomanceDonde Jaehyuk manifiesta a través de cartas al universo su novia y relación soñada.