Bajo la luz de la luna

Capítulo VI- Final.

El último día en la playa culminaría con la sorpresa que Valentina había preparado para Juliana desde antes de llegar.

Había sido un día lleno de emociones y afortunadamente después de los nervios por todas las charlas que hubo, todo salió bien y continuaron disfrutando del resto de la tarde. Incluso Valentina se sentó a platicar a solas con Ari bajo la atenta mirada de Isabella y Juliana, y a la pequeña ojiazul casi le da alguito cuando vio que se estaban abrazando, quizás después de todo, su tía V estaba empezando a aceptar la idea de que estaba creciendo.

Aprovechando la situación, cuando Juliana e Isa salieron a su encuentro, Valentina les comentó a las chicas que después de las 7pm ya no podrían salir de la casa porque tenía una sorpresa para su tía, podrían andar por donde quisieran siempre y cuando se mantuvieran dentro porque quería la playa solo para ellas dos. Por supuesto que ambas aceptaron sin rechistar ¿quién en su sano juicio se interpondría entre Valentina y sus sorpresas? ¡Nadie!

Esta vez, contrario a su tradición de arreglarse en lugares distintos cuando iban a tener una cita, lo hicieron juntas, una al lado de la otra.

– Me encanta cuando usas ese labial – le dijo Valentina al ver de reojo que su mujer se colocaba ese color carmín que tanto le favorecía.

– Y lo mejor es que es indeleble – contestó alzando sus cejas de manera coqueta.

– ¡Cheers por eso! – tomó su vaso y brindó con su esposa mientras ambas seguían arreglándose cada una en su respectivo espejo.

– ¿Lo prefieres suelto o recogido? – preguntó la morena.

– Te prefiero cogida – dijo sacándole la lengua.

– Amooor...

– Suelto cariño, tus ondas naturales te quedan muy bien.

– Bueno, suelto será – contestó acomodándose algunos mechones para ponerles un poco de crema para peinar.

Valentina por su parte, había optado por también dejar su melena suelta, no era mucho de usar el cabello agarrado así que ese día no sería la excepción.

Las dos usaban vestidos color hueso y un maquillaje hermoso que realzaba sus facciones.

– ¿Lista mi amor? – preguntó Valentina poniendo el brazo para que Juliana lo tomara.

– Lista, te ves hermosa bebé.

– Tú estás preciosa, mírate nada más – dijo tomándole la mano para que se diera una vuelta ante sus ojos.

– ¿Ya me dirás cuál es la sorpresa? – preguntó mientras bajaban las escaleras.

– Nop, en un momento la descubrirás.

Pasaron por la sala de estar donde se encontraban las dos adolescentes disfrutando de un enorme bote de helado y lo que parecían ser palomitas con M&M's...

– Fiu fiuuuuu– gritó Isa cuando las vio entrar a la sala – ¡Se ven muy bonitas!

Ambas adultas sonrieron y le dieron las gracias, luego Valentina añadió – Chicas, no se desvelen mucho porque mañana nos iremos a las 8 am ¿ok?

– Ok tía V.

– Está bien Vale.

– Bueno, pórtense bien ¿ok? Pondré la alarma en la casa mientras estamos fuera, no se preocupen porque las cuidamos desde aquí – mostrando su celular con la aplicación de la alarma.

Las dos respondieron que sí con la cabeza y continuaron en lo suyo poniendo atención a la película.

– Ven mi amor, vamos – sin soltar la mano de Juliana caminaron atravesando el jardín y la zona de la alberca, la morena iba pensativa porque en realidad no sabía cuál podría ser la sorpresa de Valentina, primero creyó que tal vez irían a un restaurante por la zona pero luego vio que se dirigían al patio de su casa y pues supo que el plan era totalmente diferente.