12.

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— ¿Hyung? —
— Mmh...—
— Hyung si no quieres hablar de lo que paso esta bien, lo respeto. Solo quiero saber si estas bien o no.— Dijo TaeHyung algo triste.

YoonGi casi no le hablaba y no lo culpaba todo lo que vió allí era algo que lo sobrepasaba porque su vida "fue normal" sus padres eran el típico matrimonio estricto pero feliz, esos padres que ya casi no se ven y aunque se hubieran separado TaeHyung tenía la fiel creencia que sus padres estarían siempre presentes.

Por lo que decir que entendía al mayor sería mentir de manera descarada, nunca lo entendería porque nunca lo vivió. Sus traumas eran otros pero jamas sus padres.

— No lo se. Tengo miedo a ser igual que ella...— Solto el mayor de la nada.

Estaban en el parque que TaeHyung jugaba de pequeño, el menor miro a su Hyung soltando un suspiro largo.

¿Igual a ella? Siempre tuvo esa pequeña crisis existencial en donde se veía igual a todos los que convivían con él pero al pasar el tiempo noto que eso era una mentira, un juego de su mente ansiosa.

— No somo iguales a nadie, Hyung.—

El mayor levanto la cabeza mirando a TaeHyung, la verdad es que desde que lo vio por primera vez con su hermano penso que no era mas que un hombre algo raro e incluso extrovertido, cuando lo conoció mas de cerca supo que el menor era lo que siempre deseo a pesar de que su madre odiaba la idea de que su hijo mayor fuera gay, vió en sus ojos lo que nunca vió en nadie, una necesidad de ser escuchado mas que amado.

Y es que TaeHyung tenía ese don de que sus ojos te transmitían paz, una que jamás había experimentado y cuando lo escucho por primera vez supo que debía estar ahí.

Como fuera, estar ahí como amigo o algo mas pero la verdad es que su cuerpo ko mentía cuando estaba cerca de TaeHyung, su corazón bombeaba y se sentía bien.

— ¿Y si te lastimó? — TaeHyung no pudo evitar sonreír, esa sonrisa que lograba elevar a YoonGi.

— ¿Y si te lo permito? La verdad es que desde que tengo uso de razón supe que algún día me romperían el corazón.— La sinceridad en las palabras del menor lo conmovía.

¿Por qué TaeHyung pensaba que siempre lo iban a lastimar? Quizá porque la vida ya le había lastimado lo suficiente pero no de la manera que el menor quería.

Y no, no es que fuera masoquista solo que el menor era un enamorado, él solía enamorarse de diez cosas al día.

Una ideología que adquirio cuando entendió que para ser feliz debía amar todos los días las cosas mas insignificante.

Y ese día, ahí estaba amando diez cosas y todas ellas emanaban de YoonGi.

— Quiero que tu seas quien me rompa el corazón para así cuando tenga un gato le pueda contar las diez cosas que me enamoraron de ti...— YoonGi solto una risota irónica.

— La cosa que me hizo saber que me estoy enamorando de ti fue...—

YoonGi se lamió los labios removiendo un poco el piercing en el labio, mirando como los ojos de TaeHyung brillaban en espera de su respuesta.

— Cuando te vi comprando toallitas higiénicas.—

TaeHyung se atorro connsu saliva mirando al mayor sonrojado y sorprendido.

Ess vez se quería matar, se quería meter en un hoyo y jamás salir de ahí.

— Amo la manera en la que te ocupas de los demas sin recibir nada a cambio, cuando te dije que estaba aquí... tu simplemente corriste hacía mi.—

Y aquella declaración no fue como TaeHyung esperaba que fuera porque aún daba vuelta el tema de las toallas higiénicas en su cabeza.

¿Toallas higiénicas?

YoonGi quien escucho el susurro casi lastimero de TaeHyung solto una risa tomando las mejillas del menor dejo un tierno beso en sus labios, una caricia casi esfimera.

TaeHyung se sorprendió a si mismo cuando se dejo caer en los labios ajenos aumentando el toque y es que si bien había tenido mas besos que ese, este se sentía muy bien.

No había necesidad de subir la intensidad simplemente se trasmitian en aquel toque tan intimo ese gusto que fue creciendo de a poco, esas escenas de celos, esos labios que la primera vez que vio solo quiso unirse a ellos.

¿Quién diría que ellos se conocían desde mocosos?

Lo cierto es que la vida y el destino es un enjambre algo complejo porque no siempre es tu momento cuando conoces a esa persona especial.

Tienes que entender que el amor no nace solo por intercambiar miradas, el amor nace con paciencia y tiempo compartido, no es un hechizo, para TaeHyung el amor a primera vista si existía pero no de la manera que él quería que lo hiciera.

En cambio YoonGi, quien aún debía aprender el significado de amar porque toda esa maraña de sentimientos para él era lo mas normal de mundo cuando se sentía comodo con alguien.

Y es que ese alguien no era cualquiera, era TaeHyung porque quizás todos necesitamos esa contraparte.

"Los polos opuestos se atraen" Mentira, los polos opuestos segun la ciencia se atraen pero según en amor se complementan.

Si duele no es amor aunque te sientas atraído.
Si lastima no es amor aunque te sientas atraído.
Si quema no es amor aunque te sientas atraído.

En cambio:

Si corrige es amor aunque no te sientas atraído.
Si ayuda es amor aunque no te sientas atraído.
Si sana es amor aunque no te sientas atraído.

YoonGi se separó del menor mirando sus ojos aún cerrados, la sonrisa pequeña no pudo evitar salir.

— ¿Cuando vuelves a Seúl? — TaeHyung abrió los ojos, suspiro.

— Si quieres que vuelva pronto tendras que hablar con mis padres para que me permitan pasar un tiempo contigo a sola.— YoonGi golpeo sus muslos y se levanto.

Sabía que para perdonar a su madre primero debía sanar y no lo haría lamentandose.

Tomo la mano de TaeHyung.

— Entonces vamos a explicarles como su  hijo me enamoró por un paquete de toallas higiénicas.—

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PENÚLTIMO CAPÍTULO DE ESTE HERMOSO FF.

DISFRUTEN.

LES AMO, FABI.

¿Toallas higiénicas? (YoonTae) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora