𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 30

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                     𝐒𝐢 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐚 𝐬𝐢𝐝𝐨 𝐝𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞.

_𝐅𝐞𝐥𝐢𝐜𝐢𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬, 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐨𝐫𝐠𝐮𝐥𝐥𝐨𝐬𝐨 𝐝𝐞 𝐭𝐢́
𝐲 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐨𝐧 𝐩𝐨𝐫 𝐧𝐨 𝐚𝐛𝐞𝐫 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐚𝐡𝐢́_𝐌

  Y ya, ¿nada mas?

  𝑆𝑜𝑙𝑜 𝑒𝑠𝑜, 𝑒𝑠𝑜 𝑒𝑠 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑣𝑎𝑠 𝑎 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑟

_𝐆𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚𝐬 𝐲 𝐝𝐞 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞𝐫𝐢𝐚 𝐪𝐮𝐞
𝐞𝐬𝐭𝐮𝐛𝐢𝐞𝐫𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐧𝐦𝐢𝐠𝐨 𝐞𝐬𝐞 𝐝𝐢́𝐚 ;(_𝐄

Y eso es todo. Ese par de mensajes fueron los ultimos 

   Ya han pasado un par de semanas y aun seguimos con el ego tan alto que nos impide buscarnos el uno al otro

   𝐸𝑠 𝑓𝑟𝑢𝑠𝑡𝑟𝑎𝑛𝑡𝑒

  De verdad, he pasado estos días, esperando un mensaje suyo y de igual forma con tantas ganas de ser yo quien le escriba. Pero vienen a mi mente todas esas palabras, todo lo que nos dijimos y solo me ha quedado por apagar mi movil por un tiempo

  La ansiedad ha vuelto a mi, al no saber nada de él. Supongo que es porque aun no me acostumbro a que ya no vamos a hablar mas

   𝑃𝑒𝑟𝑜 𝑛𝑜 𝑒𝑠 𝑗𝑢𝑠𝑡𝑜

Lo se, pero asi lo pidio, asi va a ser

  Matthew y yo, nos estamos haciendo daño

  𝑌𝑎 𝑛𝑜 𝑖𝑚𝑝𝑜𝑟𝑡𝑎. 𝐴 𝑒́𝑙 𝑦𝑎 𝑛𝑜 𝑙𝑒 𝑖𝑚𝑝𝑜𝑟𝑡𝑎

  Sin contar que ahora, con todo lo que ha dicho mi tia Clara. Ya no he vuelto a buscar saber de Alex, ella si que me decepciono y yo no lo merecía. Alex se a convertido en nada para mí

  𝑌 𝑑𝑢𝑒𝑙𝑒 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑟𝑙𝑜

  Porque nunca me imagine que quien se hacia llamar mi hermana, terminara por ser quien mas me ha jodido todo este tiempo

  De Federico y Alfonso. No he sabido mas y la verdad me dejan sin cuidado ellos

  Hoy me he tomado el atrevimiento de buscar al sacerdote de la iglesia donde conoci a Matthew

  Llego al frente de la iglesia, me quito las gafas de sol y me adentro en ella, observo al sacerdote quien habla por su movil, él al notar mi presencia termina su llamada 

–Señorita, Emma–Dice acercándose a mí–¿En que puedo ayudarle?

  Mis manos comienzan a temblar levemente por los nervios pero tomo una respiracion profunda y hablo

–En mas de lo que se imagina–digo, él solo asiente–Padre, ¿podemos hablar?

–Claro que si–él comienza a caminar y yo lo sigo hasta que se sienta en una de las primeras bancas de la iglesia, yo tomo asiento a un determinado espacio, él vuelve a mirarme con curiosidad en sus ojos–Cuentame, ¿que es eso que quieres hablar conmigo?

  Yo vuelvo a tomar una respiracion profunda y mis manos trato se detenerles un poco para que no tiemblen

–Bueno, son muchas cosas–él asiente hacia mí–Primero estan mis traumas, son algo incomodos para mí–digo

  Su expresión cambia a algo mas serio

–¿Y de que se trata?–pregunta

–Ahí dos miembros de la familia que me han echo cosas muy incomodas, tanto asi que gracias a eso ya no considero mi casa un lugar seguro–Digo tratando de que no me duela tanto

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