𝘊𝘈𝘗.1 < V i e n t o ╸𝑃𝑎𝑟𝑡.1 >

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El clima nocturno era agradable, las calles estaban en el ruido común de los autos por las calles, las personas en sus diversas actividades, y los soldados..investigando sobre los armamentos ilegales que cruzaban la frontera..o se suponía eso.

-Alejandro, no deberíamos hacer esto ahora o nos llamaran la atención y lo sabes, tenemos trabajo-
Rodolfo era el segundo al mando del coronel Alejandro Vargas, siendo así la parte más responsable del equipo. Mientras Alejandro..bueno, para Alejandro todo le valía madres mayormente, como un buen mexicano.
-¡Respira hombre! Deberías divertirte, no te traje aquí para estresarte, te traje para que estuvieras al día-
-Pero si estamos en el bar, con mujeres bailando por dinero-
-Pero esas mujeres pueden darte una cogida, ahora disfruta o al menos toma algo-

Rodolfo solo rodaba los ojos, tomando un poco de tequila (que Alejandro le sirvió) en un pequeño vaso.
Mientras pasaba el tiempo, Rodolfo se encontraba cada vez más aburrido y de vez en cuando se reía de las estupideces de Alejandro, el cual ya estaba borracho y lejos de vista, besando a una de las cuantas mujeres que tenía en su regazo.
-(Me trae a un prostíbulo en contra de mi voluntad y me deja solo, que cabrón)-
Cuando Rodolfo se levantaba para irse, una mano suave lo detuvo tomándolo de la muñeca, rápidamente se activaron sus sentidos y se giro para encontrarse con los ojos más hermosos que había visto, junto a un pequeño sonrojo y un aire borracho.

-Oh, lo lamento mucho..pense que eras otra persona-
Exclamaste con la mirada levemente pérdida sobre el militar, el cual te miraba atónito
-No hay problema-
Notaste un pequeño rastro de timidez en sus palabras, así que decidiste aprovecharlo a tu favor, acercandote un poco más
-O tal vez no eres una persona, si no un ángel-
Las mejillas de Rodolfo tomaron un gran y profundo tono rojo, aclarandose la garganta con una tos.
-Tal vez..eh..estas muy borracha, ¿gustas que te acompañe a esperar para que alguien venga por ti?-
Un suspiro abandono tus labios cuando te acercaste más a Rodolfo, dejándole un aroma a alcohol mezclado con algo dulce junto a un susurro
-Pero si ya llegó, y eres tu-
-Señorita no entiendo que- - Antes de que pudiera continuar, tus labios se presionaron contra los del hombre, provocándole un shock al instante sin saber que hacer, al momento cuando sentiste sus labios separarse con lentitud, tu lengua se introdujo en su boca en suaves movimientos, provocándole un escalofrío en la espalda.
-Oye, no..no hagas..-
-Shh-
Sonreiste de una forma borracha ante aquel hombre, dejando un sabor dulce en su boca el cual el comenzaba a disfrutar. Lentamente te apartó y bajo la mirada al suelo sintiéndose avergonzado
-Lo lamento, no..no está bien eso que hiciste-
Tus cejas se fruncieron levemente y apoyaste la cabeza contra su pecho unos momentos, cerrando los ojos para ignorar la fuerte música que comenzaba a hacerse distante.

﹉﹉﹉𝑨𝒍 𝒅𝒊́𝒂 𝒔𝒊𝒈𝒖𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆﹊﹊﹊

Una cálida corriente de viento recorría tu cabello por la ventana abierta, la brisa era tan suave y relajante que se sentía como estar en el cielo, el aroma peculiar a café comenzaba a despertarte. Lentamente abriste los ojos y notaste una habitación que no era la tuya

-Pero que..-
Por arte de magia despertaste completamente, mirando al rededor una habitación pequeña con decoraciones de medallas, algunas fotografías y detalles básicos, notando un mueble cerca de la ventana con algunos libros en la mesa de noche..para comenzar no te gustaba leer, preferias estar de fiesta antes que tomar un libro entre tus manos, pertenecias a algo muy opuesto al ejército, y además..¿Quien carajo prepara el café?.
Al levantarte, tu cabeza comenzo a doler por la resaca y las grandes cantidades de alcohol que tomaste la noche anterior, haciendo que tus piernas se tambalearan

-Mierda-
Murmuraste para ti misma, caminando lentamente hasta la cocina solo para encontrarte con aquel hombre que apenas si podías recordar. Lentamente te acercaste tratando de sorprenderlo con una llave, pero sus sentidos fueron más agudos que los tuyos, por lo que te sujeto firmemente de los brazos detrás de tu espalda con algo de presión.

-Buenos días para ti también-
-¿Quien carajo eres y que hago aqui?-
Murmuraste con una voz ronca aun por el sueño
-Eso mismo quiero saber de ti en el primer punto, y en el segundo..pues es mi casa, no habría sido muy gentil dejarte sola en el bar sin nadie a tu supervisión, ¿sabes? Además, me gusta ser amable..pero no me gustan los besos para conocerse recién-
La voz de aquel hombre era extrañamente suave como la seda, lentamente soltó tus manos y pudiste notarlo con claridad..era atractivo.
-Rodolfo Parra, un gusto-
-Soy Y/n, pero espera..¿que quieres decir con los besos?-
Rodolfo miro a otro lado algo avergonzado, extendiendote una taza de café
-Preferiría que recuerdes por tu cuenta, señorita Y/n-
Tomaste la taza de café y la olfateaste, saboreando ese aroma fuerte. Le diste un sorbo y bajaste la mirada
-¿Que sucedió exactamente ayer, Rodolfo?
-Bueno, yo estaba en el bar junto a un amigo, me quería ir y de la nada me tomaste del brazo, como una garrapata a un perro-
Alzaste una ceja ante ese ejemplo tan...extraño
-(¿Me dijo garrapata?) ¿Disculpa?- Rodolfo soltó una risita y te miro -Lo siento, pero es que..bueno, lo que quiero decir es que no te fuiste después de eso, dormiste y decidí traerte aqui-
El hombre tenía una risa tan suave y sincera, junto a una sonrisa que parecía demasiado linda para ser cierto.
-Ya veo, lamento las molestias..me pase un poco-
-¿Un poco?-
-Bueno, tal vez mucho- soltaste una risa algo nerviosa y continuaste bebiendo el café en silencio
-Gracias, no cualquier extraño me habría ayudado así, sobre todo cuando no soy de aquí y aun no tengo un hotel fijo-
Al escuchar tu confesión, Rodolfo alzó una ceja
-¿Enserio no eres de aquí? No lo esperaba, bueno si gustas puedo ayudarte a buscar algún departamento cerca en el tiempo que vayas a quedarte-
-¿Enserio lo harías?-Exclamaste algo sorprendida, era de las pocas personas amables que habías encontrado en las almas.
-Claro, no me molestaría, no te prometo que es un lujo sobre todo aquí en Las Almas, pero..ayudara-
-¡Oh muchas gracias!- exclamaste con alegría al notar ese acto tan amable, no cualquiera lo habría hecho por ti al ser una extraña.

﹉﹉﹉𝑨𝒍 𝒂𝒏𝒐𝒄𝒉𝒆𝒄𝒆𝒓 ﹊﹊﹊

-Entonces dejame ver si entendi, ¿en el primer día de la Misión que te asigne, pudiste hacer un inicio más grande de los que todos en esta organización pudieron lograr en dos malditos años?-
-Si señor-
-Tu misión fue un éxito a lo que veo, muy bien vamos a hacer esto..al pasar cierto tiempo, necesito los datos de esa base, y con cierto tiempo me refiero a..3 meses-
-Con todo respeto ¿No cree que es muy poco?-
-Estoy siendo generoso contigo linda, puedes con eso..dame la información de los Vaqueros, y serás libre, la deuda de tu padre estará pagada por completo. Solo consigue la información que necesito, es todo. ¿Sencillo?-
-Si señor-
-Te veré mañana, Y/n-
-Nos vemos-

𝐇𝐎𝐉𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐎𝐓𝐎𝐍̃𝐎 🍁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora