♱ 𝖩𝗈𝗁𝗇 𝖠𝗇𝖽𝖾𝗋𝗌𝗈𝗇 𝖢𝗈𝗅𝗅𝖾𝗀𝖾 ♱ - hyunlix !!

1.0

Era un viernes por la tarde, era de esos días donde todo estaba calmado y por alguna razón te sientes libre y despreocupado, eso estaba sintiendo Hyunjin en ese momento. Estaba acostado en su cama mientras escuchaba un poco de música "Duvet" de bôa estaba sonando en sus parlantes mientras estaba acostado en su cama, una leve brisa entraba por su ventana que solo hacia el ambiente mucho más calmado, calma que fue interrumpida con los gritos de su madre mientras se ponía "Boys Like You" de una banda llamada ITZY que le gustaba mucho.

Jisoo tocó la puerta de la habitación pero al no tener respuesta gritó —¡Hyunjin voy a pasar así que si te encuentras desnudo te la aguantas!— abrió la puerta encontrándose a su hijo casi dormido, observó la computadora en donde se reproducía la música, un suspiro algo pesado escapó de sus labios y se apuró en apagar la música mientras la pantalla se quedaba congelada con una imagen de Yeji, miembro de ITZY, finalmente se acercó a su hijo, removiendolo un poco para despertarlo— Hyunnie, bebé, tienes que prepararte para tu partido.

Hyunjin se sentó de golpe, asustando a Jisoo y provocando que casi tirara la canasta de ropa que llevaba en sus manos, se llevó la mano al pecho dramáticamente y lo observó con desaprobación.

— ¡EL PARTIDO! — Hyunjin se levantó de un salto para irse corriendo al baño, Jisoo soltó una risita mientras observaba la puerta con una sonrisa, a los pocos segundos escuchó pasos otra vez y un Hyunjin apenado volvió a aparecer para buscar su toalla y volver a correr hasta el baño.

Jisoo solo lo observó con una sonrisa de adoración, su mirada volvió a la pantalla de la computadora y sus ojos se cristalizaron un poco, cerró la pantalla y se dispuso a guardar la ropa limpia de Hyunjin, perdiéndose un poco en sus pensamientos.

Hyunjin había llegado a su vida cuando tenía tan solo 19 años, su carrera de modelo estaba apunto de despegar pero por el embarazo sus planes murieron allí, Jisoo se encargó de que su hijo jamás se enterara de ello ya que Hyunjin tenía un corazón tan puro que probablemente se sienta mal aunque jamás iba a ser su culpa. Él fue su rayo de luz y lo sigue siendo, cada día se levanta pensando en que debe hacerlo por su adorado hijo y nadie más, su prioridad siempre iba a ser su hermoso bebé de 17 añitos.

— ¡Mamá! Deja eso ahí que ya guardo la ropa yo, por algo tengo manos — algo que siempre admiró de Hyunjin era que desde pequeño se encargó de ayudarla en todo lo posible, con tan solo 8 años ya sabía cocinar para hacer la cena y que su mamá pudiera descansar después de trabajar arduamente.

— No tengo nada más para hacer, ya preparé todo para irnos, solo faltas vos — Hyunjin entró a la habitación para buscar su ropa justo cuando Jisoo terminaba de acomodarla, rió al verlo buscar desesperadamente algo con cuidado de no desordenar lo que acababa de acomodar, le lanzó una camiseta de Miami Heat que era el equipo favorito de Hyunjin, dejó un beso en su mejilla y se fue de la habitación cerrando la puerta para que su hijo pueda cambiarse en paz.

Hoy era un día importante para Hyunjin, era el último partido de la liga escolar, la gran final de su equipo contra los campeones del año pasado, sin duda estaba nervioso. Terminó de alistarse y empezó a preparar su bolso deportivo, metiendo sus zapatillas, vendas y unas mangas térmicas por si hacía frío. Iba vestido con su camiseta favorita, regalo de su mamá cuando cumplió 17, un pantalón corto deportivo de color rojo oscuro, sus medias negras y sus típicas crocs rojas ya que se cambiaría en los vestidores.

Salió hacía la sala donde se encontraba su mamá ya lista, estaba terminando de empacar dos tartas que había hecho para hoy, todas las veces que Hyunjin había tratado de espiarlas siempre terminaba con el trapo de cocina en la cara por lo que esta vez ni trató de hacerlo.

—¿Listo, Hyunnie?— Hyunjin asintió y Jisoo se acercó con una sonrisa orgullosa, dejó varios besos en sus mejillas a pesar de las quejas de su hijo y lo abrazó —pase lo que pase hoy, siempre serás mi campeón y lo sabes ¿no? eres increíble, mi Jinnie.