Primera parte. "Impresiones"

132 11 5
                                    

  Capítulo I

Supongo que debo comenzar presentándome.

Me llamo Ally.

En realidad soy Allison, pero prefiero que me digan Ally.

Mi madre creyó que sería una estupenda idea el escribir un libro. Teniendo en cuenta que ella cree que soy una gran escritora.

Tiene la tonta idea de que escribo de lo más bonito porque en sexto grado gané un concurso de literatura. Todos sabían que gané por culpa de la lástima de los jueces.

Lástima.

Mi vida no sería la misma sin esa hermosa y miserable palabra.

Cuando se cuenta con una discapacidad como la mía, es bastante normal recibir lástima de medio mundo. Pero aún así, de cierta forma, me gusta.

Llegando a este punto quizá te preguntes qué sucede conmigo...

Quizá el título te dé una idea.

Soy ciega.



No nací ciega.

De eso estoy completamente segura.

Recuerdo el color del cielo. Y ahora que lo pienso... Deberían de ponerle otro nombre, "azul" es una palabra bastante fea para describir algo tan impresionante y hermoso como es el cielo. Recuerdo el color del pasto, "verde". Ese nombre sí que me gusta.

En fin.

Como te iba diciendo, no nací ciega. Ni con ningún problema en los ojos.

Jamás tuve que usar lentes antes del accidente.

Un accidente.

Así fue como perdí la vista. Un pequeño descuido y la vida se te viene abajo.

En mi caso, no me costó la vida entera. Sólo una parte pequeña pero esencial de mí. Mis ojos.

Todo sucedió cuando tenía ocho años y medio. Más o menos. Mi madre conducía el auto. Íbamos camino a la escuela para ver la obra en la que mi hermano de 12 años participaba.

Llegábamos tarde. Mi mamá iba lo más rápido que podía. Ni yo misma me percaté de lo rápido que avanzaba. Estaba bastante ocupada jugando con mis Barbies...

De pronto, en un cruce, una cuadra antes de llegar a la escuela, sucedió:

Un trailer se estampó con nuestro auto. O nuestro auto con el trailer. Aún no lo tengo del todo claro.

Recuerdo que lo último que vi fue una luz. Brillante y cegadora a más no poder. Y luego, nada.

Todo se tornó oscuro y hasta la fecha sigue así.

Ningún doctor supo explicar lo que me pasó. Yo salí del accidente prácticamente ilesa. Claro, a parte de mi vista. Pero eso es lo que nadie se explica. Cuando me sacaron del auto, yo estaba inconsciente, con algunos rasguños, pero relativamente bien.

Mi cara, mi boca, mi nariz, mis ojos, no había daño visible alguno.

Mi cráneo no mostraba muestras de ruptura.

Lo único roto fue mi brazo, pero eso no se supo hasta la llegada al hospital.

Mi madre había sufrido unas cuantas rupturas de huesos, pero nada lo bastante peligroso como para preocuparse.

Recuerdo despertar.

Parpadear una, dos, tres veces. Nada.

Nada.

Parpadeé otras tres veces.

Una. Dos. Tres.

Nada, nada, nada.

Levanté mis manos, Comencé a tocar mi rostro hasta llegar a los ojos.

Parpadeé otras tres veces.

Una, dos, tres.

Mis párpados se movían. Lo sentía. Pero, todo estaba oscuro. No veía nada.

Nada.

Absolutamente nada.

Grité.

Y así es como empezó mi peor pesadilla.







Nota:

He aquí el primer capítulo de mi primera obra.

Acepto sugerencias y comentarios :)

Algunas personas (Sara, Dzoara y Gaby) ya estaban ansiosas por esto, así que aquí lo tienen.

Gracias por leer.

¿A cuántas personas impresionarías en el mundo de los ciegos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora