¿A cuántas personas impresionarías en el mundo de los ciegos?

Capítulo 3: "Emma"

"Hitler, también llamado el Führer', nació el día..."
Escucho la puerta abrirse de un jalón, la persona que se encuentra del otro lado esta muy agitada, escucho su pesada respiración desde mi butaca, tal ves sea porque llega aproximadamente 20 minutos tarde a clase.
-Bu... Buenos días.
*Ahora sé que esa persona es una mujer, bueno, una chica*
-Buenos días señorita- dice un tanto molesta la profesora-, ¿se le ofrece algo?
Silencio.
-Pues... Yo... Bueno... Soy nueva. Perdón por interrumpir su clase, ¿dónde me puedo sentar?
Notó *sin ver* cómo todo el salón centra su atención en ella. Notarlo es fácil, ya que se escuchan murmullos, cotilleo general, sonidos de bancas al ser giradas...
-¡Ah!- la sorpresa de la maestra es evidente-, no me habían avisado que ingresaría alguien nuevo a esta clase, disculpa, ¿cómo te llamas?
-Emma. Me llamo Emma.
-Muy bien, Emma. Te puedes sentar ahí. Justo detrás de Allison.
Supongo que la profesora señala la banca vacía que esta detrás de mi. En la que nadie, nunca, se ha sentado. Les molesta bastante el sonido de las teclas de la máquina, y teniéndola tan cerca es aún peor.
Escucho a Emma aproximarse hacia mi. Bueno. A la banca que esta detrás. Pero da igual.
En cuanto más se acerca, puedo notar la esencia que desprende. Es algo dulzón, sin necesidad de llagar a ser irritante o molesto.
Emma al fin llega a su lugar y se sienta. Es ahí, cuando puedo percibir que huele a chocolate.

La clase sigue su curso.
Comienza a tornarse aburrida, así que pongo especial atención a todos los ruidos que emite Emma.
Noto un pequeño suspiro disimulado que suelta en cuanto se sienta, hasta el fuerte sonido de su corazón al bombear sangre exageradamente rápido por todo su cuerpo. Estoy casi segura de que le zumban los oídos a causa del corazón acelerado.

Esta nerviosa.
Cualquiera lo estaría.
Yo lo estaría.

-¿Quieres que te ayude con eso?
Me sobresalto un poco. Es Emma.

-Pues... Claro, si quieres.- levanto los hombros como  diciendo: "da lo mismo"

Emma me ayuda a guardar la máquina sin decir Pío.
Cuando termina, noto que se encuentra nerviosa y tensa.
-Oye... Ammh... Allison, ¿verdad?
-Dime Ally- exclamo mostrando una sonrisa amigable.
Tiene mucho tiempo que no he hecho amigos nuevos, creo que me estoy quedando sin ellos, así que me empeño para conseguir uno nuevo, y al parecer, Emma es la opción que tengo.
-¡Ally! Okay... Mira... La verdad es que no quiero estar sola en receso, porque no creo que nadie más quiera estar conmigo siendo "la nueva", así que, ¿crees que pueda pasar el descanso contigo?
Silencio incómodo se hace presente.
No se qué decir. Así que aceptó dibujando la mejor sonrisa que tengo en mi rostro.
-¡Claro! ¿Por qué no?

❇

En poco tiempo descubro que Emma es de lo mejor. Es algo extraño para mi, el hecho de que en ningún momento mencionara mi notable discapacidad, la mayoría de la gente lo hace y lo usa como tema de inicio para una conversación, pero ella no. Ella... Emma. Es... Diferente.