*Plan de Vida*

Capítulo 1 - "Sólo cuatro días"

"Plan de vida", y bueno ¿qué rayos era eso? Desde que teníamos catorce años habíamos decidido que cuando salgamos de la escuela a los dieciséis juntaríamos dinero por un año, paseando perros, lavando carros, que sé yo... hasta ahora no me imagino a mi lavando carros, dios mío y a mis amigas..., ay no mejor me callo, bueno ese dinero nos serviría para poder alquilar un departamento en Canadá, ya que las tres viviríamos juntas. Y nosotras nos encargaríamos de nuestros estudios, obviamente con un poco de ayuda de nuestros padres...

-Alice!- una voz me llamó, sacándome de mis pensamientos.- ya está el desayuno.- esa era mi mamá avisándome para que baje a tomar desayuno.

-Ya voy.- le dije a mi mamá. Definitivamente la iba a extrañar... a ella, a mi papá y a mi hermana Lucy de seis años, ella y yo nos llevábamos diez años. Tenía un hermano mayor también pero el ya no vivía con nosotros porque tenía veintidós años, así que se había ido a Italia a estudiar diseño gráfico con mis tíos, que vivían allí.

Me metí al baño, me hice una coleta, me lavé la cara y me maquillé un poco. Bajé las escaleras y escuché a mis padres hablando con Lucy acerca de la escuela. Sí es aburrido hablar de eso en familia, muy muy muy y cuando hablo de muy aburrido es porque es extremadamente aburrido, aún me acuerdo de las reuniones familiares, me ponían tan aburrida.

-Hola amor- me dijo mi mamá regalándome una dulce sonrisa- buenos días.

-Buen día- le dije sonriendo.

-¿Cómo dormiste?- mi padre me miró con la misma sonrisa de mamá.

-Pues... yo creo que muy bien aunque me quedé haciendo tareas hasta las mil horas.- reí, ellos también rieron ya que sabían que ya no me dejaban tareas porque solo faltaba una semana para terminar las clases.

-Me alegro- me dijo mi mamá-¿y las llegaste a terminar todas?- sonrió.

-Pues claro que...- me interrumpió mi papá.

-Jajaja, basta de bromas y a comer que llegaremos tarde al supermercado.- dijo serio.

-¿Es necesario llegar temprano al supermercado?- dije fastidiada. ¿qué rayos?, ¿porque tendríamos que llegar temprano a un supermercado? Ay mi papá y su puntualidad en todo. También extrañare eso, supongo.

-Bueno, tu padre tiene razón ya que si no llegamos temprano, se llenará de gente y no saldremos de ahí nunca- mi mamá me explico.

-Está bien- dije con una cara de incomodidad.

(...)

-Alice! Baja o llegarás tarde a la escuela- mi mamá me grito desde la cocina, la cual se encontraba en el primer piso.

Era lunes y estaba cansada porque, bueno yo siempre despertaba cansada, ya que tenía un problema en las amígdalas, que hacía que no me dejara respirar por completo.

Me dirigí al baño y cuando entre me miré al espejo, mi cabello estaba hecho un desastre y mi cara... pues mi cara parecía a la de un oso perezoso, no me veía tan mal pero ¿era necesario verse bien en las mañanas? No. Cuando me terminé de duchar, me sequé el cabello hasta que éste tomara su color natural, rubio cenizo, me lo cepillé y me lo dejé suelto. Estaba lista para otro día más de la aburrida y fantástica escuela.

Sin darme cuenta ya estaba a una calle para llegar a la escuela, entonces me puse a pensar que haría hoy...

Hoy es lunes, por lo tanto saldré temprano como todos los lunes y viernes (lo sé es genial), para programar la semana con anticipación, actividades, trabajos, proyectos, salidas, etc.

-Alice!- me llamó una voz, sacándome de mis pensamientos. Cuando recuperé la conciencia, me pude dar cuenta que se trataba de mi queridísima mejor amiga Marie.- al fin llegas, ¿tan tarde te despiertas los lunes? O ¿es que te acuestas muy tarde los domingos?- me preguntó.