Era jueves y estaba en la última materia del día. Suspiré y sonreí.
Sólo un día más y adiós escuela, para siempre. Oh yeah.
El timbre sonó indicando que había terminado las clases del día y sonreí. Me paré lo más rápido que pude de mi asiento y salí corriendo como huracán. Abrí mi casillero para guardar mis cosas y poder salir al fin de la escuela e irme a mi queridísima casa.
-¿Qué tal tonta?- confundida ante esa expresión, pude notar la presencia de Marie frente a mí, todo volvía a tener sentido.- ¿Por qué tan sorprendida? Sabes que soy la única que te dice así.- me miró fastidiada.
-Hola Marie.- la miré molesta, mientras ella me fulminaba con la mirada.- todo bien y ¿tú?- dije sarcástica.
-Bien, bien, todo muy bien, perfectamente bien.- sonrió hasta no poder más.
-Me alegro, ¿sabes algo?- le pregunté fastidiada y antes de que ella pudiera responder, hablé.- acabas de arruinar la maratón que iba a hacer hasta mi casa, estaba en el primer puesto hasta que llegaste, ahora supongo que estaré en el último.
-¿Ah sí? ¿Y quienes más estaban en esa tal maratón?- preguntó divertida, mientras yo reía, para poder responderle.
Ella había cometido un grave error al hacer esa pregunta, y me las va a pagar ahora mismo.
-Con tu queridísimo Víctor, sí lo sé, decidió hacer una carrera hasta llegar a mi casa, mientras que a ti te dejaba plantada, aquí, sola en la escuela.- la miré desafiante y ella abrió sus ojos para hacerme creer que estaba sorprendida.
-¿En serio? Qué raro, porque él me dijo apenas sonó el timbre que me esperaría en su carro.- Se burló de mí riéndose.- tonta... bueno sólo vine a buscarte para decirte que mañana traigas un paquete de globos de colores, ya sabes, como soy la encargada de la fiesta de despedida que organiza la escuela, todo tiene que salir p-e-r-f-e-c-t-o.- me informó y levantó sus brazos gritando emocionada mientras corría por el pasillo que llevaba al estacionamiento.
Más mala no puedes ser Alice, siempre fallando tus grandes mentiras, qué tonta eres, me das pena, en serio.
Digamos que no tengo una buena amistad con mi querida conciencia, al fin y al cabo siempre dice la verdad que hace que me avergüence de mí misma.
(...)
-Alice, querida, baja que ya está la cena.- dijo mi mamá desde la cocina con una voz pacífica, que me relajaba.
Bajé lo más rápido que pude y encontré a Lucy haciendo manualidades en la mesa y a mi mamá lavando los platos.
-Hola, ¿qué hay para cenar hoy, mami?- pregunte emocionada.
-Panqueques, linda, si quieres ponerle miel, mantequilla... o nutella están en el refrigerador, también hay helado.- me sonrió.
Hmmmm que rico! Amo los panqueques y con nutella... ni hablar, me muero.
Agradecí y empecé a tragar como cerda, ya que tenía mucha hambre.
-Ali... con propiedad.- me dijo Lucy, mientras que yo la fulminaba con la mirada.
Antes de que pudiera contestar, sonó mi teléfono. Cuando miré la pantalla para ver quien me llamaba, pude ver mi cara sacando la lengua y la de Marie sonriendo... esa foto... la amo de todas maneras.
-¿Hola?- le contesté.
-Hey! ¿Cómo va todo?- preguntó- espero que no te hayas olvidado que como mañana es nuestro último día, tenías que traer los globos...
-Claro! Estoy llevando de diferentes tamaños y colores para inflarlos allá con Nat, ella me dijo que me podía ayudar.
-Perfecto, gracias otra vez, como dije, tiene que salir todo genial.- me agradeció.
-No hay de que Marie, sabes que siempre puedes contar conmigo y Nat.
-Sí, bueno tengo que colgar antes de que empiece la película, te quiero, bye.- se despidió algo desesperada y colgó.
Mañana será un día épico, el día en el que finalmente, podré... salir de la escuela.
Sé que los primeros capítulos no son lo mejor pero, me estoy esforzando para que la mejor parte empiece, ¡ya! saludos y espero que sigan leyendo :)
ESTÁS LEYENDO
*Plan de Vida*
Novela JuvenilUno siempre se interesa por lo que va a ser de grande, como Alice, una chica de dieciséis años que esta apunto de terminar la escuela, que junto con sus amigas han planificado todo lo que harán al salir. ¿Listas?- pude notar como Natalie se emocionó...