Capitulo 1: miedos.

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El sol se inclina lentamente hacia el horizonte, bañando el mundo en una paleta de colores que solo puedo imaginar. Me siento en el porche, en la silla que conozco tan bien, con mi taza de café en la mano. El calor de la taza se filtra a través de mis dedos, trayendo consigo la promesa de un momento especial. Mi olfato, mi fiel compañero, captura el aroma del café recién hecho. Es un perfume que llena mis sentidos y me envuelve en su abrazo. El aroma es como una caricia para mi alma en sus formas más simples y hermosas. Cierro los ojos por un momento, dejando que el viento acaricie mi rostro y el aroma llene mis pensamientos. En este instante, soy libre.

Entonces, siento el suave roce de una mano en mi hombro. Es mi madre, Dakota, quien se acerca a mí. Mi padre, Philips, se une a nosotras al instante. Él trae consigo otra taza de café, y el aroma se vuelve aún más rico y reconfortante. El silencio nos envuelve por un momento, pero puedo sentir sus miradas en mí.

–Entre mis súper poderes que he conseguido con el tiempo. –digo en voz baja. –Captar cuando me miran al mismo tiempo, justo como lo hacen ahora es uno de ellos.

Mis padres sueltan una risa al unísono, y su calidez me envuelve. Mi padre, con su voz suave pero firme, empieza a hablar –Hija, he estado hablando con tu madre sobre lo bien que te has relacionado con el mundo, tus sentidos agudizados y, sobre todo, quiero halagar tu grandiosa recuperación. Sabemos que no ha sido fácil, pero estamos inmensamente orgullosos de lo que has logrado hasta ahora.

Mi madre toma la palabra, sus palabras suenan como una melodía. –Es cierto. –dice con cariño. –Has demostrado una valentía y determinación que nos asombran todos los días. Admiro profundamente tu fortaleza.

Un breve silencio se cierne sobre nosotros antes de que mi madre continúe –Pero también quiero mencionar algo más, querida. Has conectado contigo misma y con el mundo que te rodea, pero ahora es el momento de volver a conectar con otras personas. Compartir tu luz y tu amor con un círculo social te ayudará a acoplarte aún más al mundo.

Mi padre asiente con aprobación. –Tu madre tiene razón. Tu corazón es puro y tu alma, libre. Pero las conexiones humanas son invaluables y sumamente importantes. No estás sola en este viaje, hija. Estamos aquí, y siempre estaremos, pero también hay otros que esperan conocerte y amarte por quien eres. Sobretodo, tus amigos que ya no les permitiste estar en tu vida, te has cerrado, alejado, no creo eso siga siendo un buen plan para siempre.

Con un suspiro, les respondo, compartiendo mis pensamientos más profundos. –Es cierto, pero el miedo al rechazo todavía me abruma. Superé muchos obstáculos, pero ese sigue siendo el más grande...

Mis padres intercambian suspiros y consuelo. Mi madre acaricia mi hombro, y mi padre toma mi mano con firmeza. Me siento amada y protegida en este momento.

Mi padre con su tono tranquilo y reflexivo, dice –A veces, los obstáculos más grandes también llevan a las recompensas más grandes, Alaska. Y estamos aquí para apoyarte en cada paso.

Mi madre agrega con amor –Tienes razón en tomar tu tiempo, querida. Pero no lo detengas tampoco.

Les respondo con gratitud –Bueno, supongo que pensaré en ello. Pero por ahora, tenerlos a ustedes dos es más que suficiente. Gracias por siempre estar aquí.

Aunque sin duda lo pensaría realmente esta noche. El volver a conectar en esos rincones que no había querido tocar. Siento que momento es ahora.

Después de una cena tranquila en familia, el cielo se tiñó de tonos oscuros y la noche se extendió sobre nuestra casa. Sentí que era el momento de retirarme a mi cuarto, mi refugio personal en este mundo, donde todo se adapta a mi. Mis pasos se deslizaron con confianza por el pasillo hasta llegar a mi habitación. El tacto de las paredes y la familiaridad de cada mueble me guiaron, como si mi cuarto estuviera tejido en mi memoria.

Entre luces y sombras (los colores del corazón) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora