Alfa y Omega.

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>>>Advertencia. más lemon explicito.

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Respira profundo, recuerda que eres un genio en todo, todo está bajo control. Espera, ¿qué hora es? Ah sí, ya me tomé mi primera dosis. No te preocupes. Tomaste la cantidad necesaria. Nadie me voltea a ver, salvo todos esos admiradores de mi bello cabello rojo. Espero no oler. Un momento, ¿me lave los dientes antes de salir de casa? Si, si lo hice. Yocchan está diciendo algo, pero no lo entiendo. Deja de pensar tonterías y pon atención. 

Miraré de nuevo mi reloj para ajustar la alarma. Ah y también mi celular. De las 8 al mediodía me tomo otra dosis. Espero que nos dejen salir a almorzar temprano. 

También hoy tenemos una práctica. Ojalá pudiéramos entrenar todos los días como antes. Así podría ver al zorro, pero si lo veo ¿me pasará algo? Hay que fingir que todo está bien.

-Hana… Hanamichi.-

¿Qué había dicho Yohei? En una semana empiezan los exámenes. Significa que no podría faltar estos días. No quiero sentir el celo, es horrible. Que me vea así… No quiero ni imaginarlo.

-¡Hanamichi!-

Hanamichi se detuvo en seco, a punto de chocar contra la entrada de la escuela. Venía tan sumido en sus pensamientos que no escuchó cuando Yohei le estuvo hablando, hasta que el chico tuvo que gritar y detener a Hanamichi del brazo.

-Yocchan, ¿Que sucede?- Hanamichi aun confundido volteó a ver a su amigo, que había suspirado de alivio, porque su amigo no se golpeó contra la pared que delimitaba la escuela. Otros alumnos pasaban a su alrededor riendo, ya que habían visto cómo caminaba Hanamichi completamente distraído y Yohei lo había estado guiando hasta el momento.

-Hana, pon atención a lo que haces. Se que estas asi por lo de hoy, pero tranquilo. Todo estará bien.-

Hanamichi no dijo nada, solo asintió y se dejó volver a guiar por Yohei para entrar a la escuela por fin. Después saludaron a sus amigos como siempre. Obviamente se dieron cuenta que su amigo venía hecho un manojo de nervios.

-¿Sucedió algo con Rukawa?- pregunto Yuji a Yohei. Era lo más lógico que ellos pensaran que a lo mejor habían tenido algún problema de nuevo y por eso Hanamichi estaba así.

-No… es… algo un poco más complicado… No se preocupen, solo intentemos que Hanamichi se sienta como siempre.- Les dijo Yohei a todos y ellos asintieron.

-¿Qué habrá de comer hoy en la cafetería?- preguntó Takamiya, era una de sus preguntas y conversaciones usuales.

Hanamichi comenzó a escuchar a sus amigos en lo que se dirigían a su salón de clases. La normalidad entre ellos seguía como siempre y el pelirrojo agradeció aquello. No salir de su rutina, de sus habituales conversaciones y bromas y burlas que tenían entre ellos como amigos.

Rukawa no fue a buscarlo hasta después del medio día. Cuando lo miró, el pelinegro lo saludó y trató como siempre. Los supresores estaban funcionando como debían. Así que comenzó a sentirse más relajado y ser quien siempre era. Un chico alegre.

El día fue como cualquier otro. Solo que Hanamichi en cuanto escuchaba sus alarmas buscaba la manera de tomarse su medicina sin que los demás lo vieran.

Pronto llegó la hora del entrenamiento. Yohei iría a su club de Judo y terminando ambos con sus actividades se irían a casa juntos. Hoy pondría alguna excusa o pretexto Hanamichi a Rukawa para que no tuviera que acompañarlo como ya se les había hecho costumbre esas últimas semanas.

Do it againDonde viven las historias. Descúbrelo ahora