Do it again

Segunda oportunidad

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Los días que siguieron fueron tranquilos. Hanamichi se sentía más feliz cuando no tenía que estar al pendiente de tomar supresores cada tanto.

Las prácticas de basketball habían ido bien. La pequeña lastimadura que había tenido en su mano ya había sanado, pero aún así no dejaba de usar la muñequera que le había obsequiado Rukawa.

Esto hacía que el pelinegro se sintiera un tanto orgulloso. Le gustaba saber que Hanamichi usaba algo que le había regalado y lo atesoraba.

Tenían práctica de basketball como todos los días. Hanamichi llegó y encontró la puerta de los vestidores cerrada. Había un letrero puesto que al parecer había colocado Ayako.

Como Akagi, Kogure y Mitsui, al igual que Ayako eran de tercer grado, esa semana estarían ocupados con exámenes y algunos proyectos de la escuela. Así que cancelarían por esos días las prácticas.

Hanamichi estaba terminando de leer el anuncio cuando escuchó una voz detrás de él.

-¿Que sucede?-

Hanamichi dio un salto, más porque no se esperaba a nadie atrás de él, y tampoco había sentido la presencia de nadie. Cuando volteó se dio cuenta que era Rukawa.

-¡Zorro! Me diste un susto.-

Rukawa estaba con su semblante serio de siempre y apartó un poco a Hanamichi para también leer el anuncio.

-No hay práctica… que mal.- dijo Rukawa volteando a ver a Hanamichi, que estaba sacando su celular para enviarle un mensaje a Yohei. -¿Tienes algo que hacer?- Terminó por decir Rukawa aún observando al pelirrojo.

-No, justo le estoy diciendo a Yocchan y a los demás.-

-¿No puedes hacer nada sin ellos?- Arqueó las cejas Rukawa, intentando no sonar molesto para no volver a caer en ser un Alfa idiota, como se lo había recomendado Yohei.

-No es eso… siempre es más divertido cuando estamos todos juntos.- Dijo Hanamichi al final levantando la vista y sonriendo.

Era un muchacho sociable y le gustaba estar con sus amistades y hablar de trivialidades y reír y jugar. A veces era como un niño aún.

-¿Qué suelen hacer cuando están libres?- Preguntó Rukawa interesado en saber cómo Hanamichi pasaba su tiempo libre con los demás.

-Por lo general vamos a comer algo, vamos a ver alguna película, o a jugar en el Nintendo de Yocchan. En mi casa no se puede porque mi tía ya es algo mayor y le molesta el ruido.-

-¿Te gustaría ir a mi casa?- Dijo de repente Rukawa. No quería dejar pasar ese raro momento de poder convivir con Hanamichi fuera de la escuela o de las prácticas de basketball.

Hanamichi se sonrojó un poco y claramente se puso algo nervioso. Esto lo notó Rukawa y sonrió levemente.

-No te preocupes, mi mamá estará en casa. Además puedes invitar a Mito y los demás.- Rukawa comenzó a caminar en dirección hacia la salida de la escuela.