They are Mine (TWICE x Tú) G!P

#16

Ah, se creían que tenía esta historia abandonada? Un poco xddd
No he tenido tiempo, pero prometo que intentaré actualizar más seguido esta historia.
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En las afueras del hospital...

"No entiendo porque le lames el trasero a esa latina." Denver comentó, mirando en dirección a la líder del grupo Mint. "Qué? Acaso tienes un crush en ella? Sabes lo que le pasa a la gente que tiene un crush en ella, no? Mira lo que le pasó a Nairobi."

"Cállate, Denver." Nairobi le gritó al nombrado, fulminándolo con la mirada. "Todavía no he tenido mi venganza planeada sobre esa maldita japonesa."

"Haces un paso innecesario y yo haré lo posible para que no vuelvas a pensar en eso, Nairobi." Tokyo dijo tranquilamente. Su expresión no había cambiado en lo absoluto cuando había dicho aquello. Esta seguía enfocada en sus alrededores, estando atenta a cualquier movimiento sospechosos.

"En serio, por qué tan seria?" Denver preguntó esta vez. "Oh, o es que tienes un crush en la señorita Mina?"

Tokyo solo lo miró con aburrimiento. "No tengo nada de sentimientos amorosos por una de ellas." Esta respondió. "Solo estoy haciendo mi trabajo. Después de todo, nos contrataron por eso."

"Estamos sirviéndole a una multimillonaria que tiene la vida que cualquiera desearía, y tú vienes a servirle como todo un perro fiel." Denver dijo, burlándose de la líder.

"Yah! Mocoso insolente!" Moscow exclamó, dándole un fuerte golpe en la cabeza a su hijo. El contrario se había quejado mientras que Moscow lo fulminaba con la mirada. "Cómo te atreves a hablarle a la líder así???"

Tokyo solo lo miró sin expresión alguna. "Fuimos contratados, ya sea si tenemos que obedecer como perros, atacar como rabiosos, o como simples animales." Esta dijo. "Nunca se muerde la mano que te da de comer." Esta dijo con una mirada determinada. "Te quedó en claro?"

"Y qué pasa si no obedezco? Si no quiero actuar como un perro fiel?" Este preguntó desafiante.

Moscow abrió los ojos en grande. "Insolente! Discúlpate rápido con—"

Se escuchó como una arma se cargó y cuando Moscow rápidamente volteó, vio a Tokyo apuntar aquella arma contra Denver, llevando una mirada helada que perforaba almas.

"Entonces eres más un peso para el equipo que una ayuda." Tokyo respondió con calma. "Crees que seré blanda contigo solo porque entrené años contigo?" Esta preguntó con una mirada aburrida. "Soy líder de este equipo, y haré lo posible para tener control sobre este ya sea por las buenas o por las malas."

"Esto es dictadura." El contrario comentó.

"Recuerda, soy una soldado que escapó de Corea del Norte. Dudo que quieras meterte con una." Esta comentó.

"Oh, vamos, pero que está pasando en estos momentos, hm?" De repente llegó Berlín con su sonrisa ladina, tomando el hombro de ambos para mirarlos al rostro. "Pero si todos aquí somos amigos, no es cierto? Por qué no estamos apuntando ahora?"

Denver estaba callado. Llevaba el ceño fruncido mientras tenía la mirada fija sobre Tokyo.

"Hm?" Berlin siguió intentando obtener la atención de ambos, pero estos solo se miraban entre sí como si el contrario no existiera. "Oh, wow, duele que no me hagan caso."

"Berlín, mantente fuera de esto." Tokyo dijo, bajando el arma para luego agarrar a Denver del cuello de la camisa. "Si tanto odias que esté al mando, entonces rétame e intenta derrocarme." Esta dijo antes de soltarlo bruscamente. Esta luego miró a Moscow. "Señor, será mejor que eduque bien a su hijo. Esa impulsividad suya solo lo matará." Esta advirtió y luego miró en dirección a Oslo. "Oslo?"