capítulo único

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Favor de leer antes las advertencias. || Historia adaptada.



Alonso con una tremenda sonrisa en su rostro y las fresas con crema estaba listas. Como siempre su precioso novio se encontraba trabajando, por eso lo esperaba con muchas ansias.

Una gran idea y un poco extraña llegó a su cabeza — ¿Por qué en vez de crema no la cambiamos por semen? —Se pregunto a él mismo—. Tal vez ni cuenta se dé.

Rió y rápidamente tomó más fresas de la nevera. Subió a su habitación y cerró la puerta con seguro. Dejo el plato con fresas en la cama y comenzó a desnudarse.

De rodillas se colocó en su cama. Comenzó a imaginarse las mil formas de como era follado por su novio cada noche que llegaba de su trabajo, realmente le encantaba. Una rápida erección se estaba formando. Mordió su labio inferior y tocó su cuello bajando desde ahí hasta su abdomen—Aquí vamos. 

Empezó a masturbar cada centímetro de su pene con lentitud, subió su mano libre hacia su pecho y pellizco sus pezones.

Con más rapidez masturbo su polla aun pellizcando sus pezones con brusquedad dejándolos completamente rojos y erectos.

Pensó en Jos, como era tenerlo en su cama todas las noches,  mientras era follado sin piedad, los chupetones que le dejaba cada vez que tenían sexo, su novio era jodidamente caliente y sexy.

Gemidos y uno que otro "Jos" salían de sus labios rojos e hinchados por cada mordida que les daba. Finalmente sintió como su abdomen se contrajo, acerco su polla a aquel plato lleno de fresas y se corrió encima de estas, todo su semen encima de aquellas fresas, realmente nadie pensaría que aquellas fresas tendrían su semen en ellas.

Agitado y su mano cansada se vistió por completo y bajo hacia el salón de su casa. Dejo el plato de fresas encima de la mensa y se sentó a esperar a su novio.

—Les gustara, lo sé.



***



Finalmente, después de unos veinte minutos de espera, su novio había llegado con una pequeña sonrisa. Le encantaba ver a su novio tan feliz. Se acerco a él y lo abrazo rodeando su cuello con sus brazos, besando cortamente sus labios.

—Hola Jos —susurró—, ¿todo bien?

Jos asintió: —Todo bien, mi amor.

—Tengo fresas con crema en la cocina —anuncio haciendo que Jos sonriera.

Lo tomo de la mano y lo llevo hacia la mesa. Jos relamió sus labios al ver aquel plato lleno de fresas, realmente, su dulce favorito. —La crema no se ve tan espesa, que extraño —dijo tomando una de esas con cierta confusión.

Alonso con una sonrisa macabra observo como poco a poco su novio metía una fresa llena de su semen hacia su boca.

Con aun más confusión saboreo la fresa. —Alonso... —susurró viéndolo—, esto no es crema ¿verdad?

Negó repetidas veces con su cabeza. —Algo mejor, Jossy.

Abrió los ojos con exageración y su boca en forma de "O" — ¡¿Esto es semen!? ¡Alonso Villalpando! —Gritó haciendo que Alonso corriera por toda la casa, Jos comenzó a perseguirlo, odiaba que Alonso fuera más pequeño puesto que podía moverse con más facilidad y fuese imposible alcanzarlo.

Alonso cayó al suelo, aun riendo por toda la reacción del pelinegro. — ¡Aquí estas! —Dijo lanzándose encima de este, para colocar sus brazos a cada extremo del suelo—, eres un enfermo, bebé, un total enfermo —sonrió  y comenzó a depositar pequeños besos por toda su cara hasta llegar a su cuello—. Sabes que mereces un castigo ¿no? —pregunto arqueando las cejas.

El pelirrojo asintió mordiendo sus labios. —Hazme lo que quieras, no me importaría correrme por segunda vez en el día.

Jos rápidamente quito su camisa, y la de su novio. Como siempre, contemplando cada parte de su cuerpo. —Me encanta todo de ti —susurro moviéndose contra su pronta erección, haciendo fricción con la suya y la de él.

— ¡A la mierda esto! —Dijo tomando los bordes del pantalón del ojiverde y lanzándolo hacia un extremo del pasillo.

Alonso jadeo. — ¿Follaremos aquí en el suelo?

El pelinegro bajo su rostro hacia su cuello y comenzó a depositar pequeños besos. —Sí, no creo que te importe mucho follar aquí.

Ya desnudos los dos, comenzaron a besarse con brusquedad y deseo, pequeños jadeos y suspiros salina de las bocas de los dos. Jos se separo de él y comenzó a masturbar las dos pollas, juntándolas. — ¿Qué quieres que haga contigo?

Alonso rió. —Que me folles, follame —suplico jadeando al sentir como Jos aumentaba las tocadas en sus miembros—, follame como tú quieras.

—Me encanta cuando te pones suplicante —lo tomo de sus caderas y rápidamente lo coloco en cuatro. Jos sonrió: —Siempre tan abierto para mí.

Escupió en una de sus mansos y lubrico su polla completamente necesitada de atención. Tomo as nalgas de Alonso entre sus manos y lo abrió. —Uhm, si bebé —chupo dos de sus dedos y los coloco en la entrada del pelirrojo. —Aquí vamos —anuncio moviéndose un poco para poner su erección contra la entrada de su novio. Poco a poco fue introduciendo aquel pedazo de carne que tanto le gustaba a su pareja. — ¿Te gusta?

Alonso asintió y su cara se encontraba contra el suelo. —M-muévete más, quiero más por favor —suplico con su típica voz a la hora de follar. Jos dio una fuerte embestida haciendo resonar sus muslos contra las nalgas de Alonso. El pelirrojo tiro su cabeza hacia atrás —Ahm, s-sí, así.

Jos tomo los hombros de Alonso y las embestidas fueron aumentaron más fuerte. — ¡A-ah! —Gimió mordiendo sus labios mientras cerraba los ojos con fuerza—. ¡M-más f-fuerte! —suplico una vez más abriendo su boca, su cabello se movía en cada embestida.

Las embestidas fueron un poco más suaves cuando Jos sintió un fuerte cosquilleo en todo su cuerpo, arqueando su espalda. —Córrete dentro de mí, Jos —pidió el pelirrojo. Jos cumplió sus órdenes y lleno a chorros de semen a su novio.

Alonso aun en cuatro comenzó a masturbarse nuevamente. Jos queriendo ayudar a que la situación para el ojiverde fuese más placentera introdujo dos dedos, moviéndolos en formas circulares o simplemente abriéndolos y cerrándolos dentro de él.

Y así, termino por correrse por segunda vez en el día, manchando el suelo. Aun agitada y con la respiración entrecortada tomo las mejillas de su novio y lo beso. — ¿Te gustaron mucho las fresas? —Pregunto con una sonrisa picarona, contagiando al ojimiel.   

—Eres un total enfermo, Villalpando.

Alonso rió y lo miro a los ojos. —Así me amas, ¿cierto?

Jos asintió. —Así te amo, maldito enfermo.




hasta aquí el one shot a mí me gusto y por eso quise adaptar la historia en jalonso, espero les guste. 

Y recuerden, todos lo creditos a: @xprincessharryx (xLarryBravery__).

fresas con... ¿semen? ➳ j. v (smut)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora