Y no, está vez no me enamoré.
Recuerdo sus besos, sus caricias, sus ganas de follar, la mirada brillante al terminar, las risas, los abrazos, el rozar tus manos por mi cintura.
Y no, esta vez no me enamoré.
Mire por la ventana esperando tu llegada pero no volviste aparecer, me dibujé en el alma tu nombre y me destrocé la mente pensando que me equivocaba, cada vez que fluía nuestra saliva y nuestros labios se rozaban.
Pero no.
Esta vez no me equivoqué.
Las mariposas siguen volando, pero está vez en busca de mi querer, la tentación es adicción.
Te quiero, te quiero como para pasar 27 días en silencio, en llamas, a oscuras, con miedo a morir.
Y no, esta vez no me enamoré.
