capitulo 10

396 57 3
                                    

La escena en el gimnasio era un torbellino de emociones y caos. El silencio que siguió al inesperado giro de los acontecimientos era ensordecedor. Dan, incapaz de asimilar completamente lo que acababa de presenciar, se llevó las manos a la boca en un intento de contener las palabras que amenazaban con escapar de sus labios. Jaekyung, que momentos antes era el epítome de la ferocidad y la ira, ahora se doblaba bajo el dolor y pedía ayuda en un tono desesperado.

El gimnasio, que antes había sido un hervidero de gritos y emoción, se transformó en un mar de incertidumbre. La llamada a una ambulancia resonó como un eco en el aire mientras los miembros del equipo corrían hacia Jaekyung. Este fue sacado del ring con cuidado y colocado en una silla improvisada, donde alguien comenzó a aplicar hielo en su hombro lesionado. Los demás miembros del equipo, preocupados y ansiosos, caminaban de un lado a otro, incapaces de ocultar su inquietud.

Dan, finalmente, se acercó a Dooshik, cuyo dedo meñique lucía morado y dolorido. Su expresión reflejaba una mezcla de alivio y preocupación mientras comenzaba a examinar la herida de su compañero. Un suspiro de alivio escapó de sus labios al darse cuenta de que la lesión no era tan grave como temía en un principio.

Sin embargo, su alivio fue efímero ya que el entrenador lo llamó con urgencia. Aun temblando por la conmoción de la pelea y el estado de Jaekyung, Dan se acercó a él con cautela. Pero Jaekyung, aún lleno de frustración y dolor, golpeó la silla con furia, haciendo que Dan retrocediera asustado.

"He dicho que necesito un médico", gruñó Jaekyung con voz entre cortada por el dolor, su orgullo herido momentáneamente eclipsado por la necesidad de atención médica urgente. Dan, sintiéndose abrumado y vulnerable, retrocedió lentamente hasta estar al lado de Dooshik, quien colocó su mano en el hombro de Dan, ofreciéndole un apoyo silencioso en medio del caos y la tensión que llenaba el gimnasio.

Dan comenzó a comprender gradualmente que Jaekyung, en su determinación feroz, había ignorado las indicaciones médicas para descansar adecuadamente. Durante mucho tiempo, Dan había insistido en que Jaekyung se tomara al menos un día a la semana para recuperarse, consciente de los peligros del exceso de entrenamiento. Pero con todos los eventos recientes y la rivalidad cada vez más intensa entre ellos, Dan imaginó que Jaekyung había canalizado su creciente frustración entrenando en exceso, como si cada hora en el gimnasio pudiera disipar sus pensamientos tumultuosos.

En el fondo de su corazón, Dan sintió una punzada de lástima. Se consideraba más que un simple fisioterapeuta para Jaekyung, en cierto modo, se veía a sí mismo como un protector. Ahora, se preguntaba si, de alguna manera, había contribuido a la situación actual. Si tan solo hubiera sido más insistente en sus advertencias o si hubiera detectado las señales de que Jaekyung estaba lidiando con una presión insoportable.

Mientras Dan luchaba con estos pensamientos, Dooshik, con su calma habitual, notó la tormenta emocional que se avecinaba en la mente de Dan y decidió intervenir.

"Pensé que no bajaría la guardia, que quizás se había distraído de alguna manera. Pero resultó ser una lesión en el hombro", dijo Dooshik con una voz serena pero compasiva. Sus palabras fueron como una mano tranquilizadora en el hombro de Dan, recordándole que no estaba solo en esta situación.

La idea de visitar a Jaekyung en el hospital cruzó la mente de Dan, pero estaba lleno de preocupación y culpabilidad. Se preguntaba si su escape había causado este incidente, y deseaba estar allí para cuidar de jaekyung.

"No es una buena idea, Dan", dijo Dooshik con un tono de seriedad. "Jaekyung está furioso como un lobo rabioso en este momento. Podría morderte si intentas verlo". Sin embargo, al notar la ansiedad persistente en el rostro de Dan, Dooshik decidió suavizar sus palabras. "No es tu culpa, Dan. Él me desafió y se sobreexigió. Por ahora, esto pasará como un incidente, y es posible que tenga que tomar un descanso para sanar su lesión".

Dan asintió con tristeza y aceptó las palabras reconfortantes de Dooshik. Comenzaba a comprender que algunas cosas estaban fuera de su control y que jaekyung necesitaba tiempo para sanar, tanto física como emocionalmente. Aunque la preocupación seguía latente en su corazón, se dio cuenta de que debía dejar que las heridas, tanto visibles como invisibles, tuvieran tiempo para cicatrizar.

En aquellos días difíciles, Dan soportó la pesada carga de las miradas que se posaban sobre él. Los rumores comenzaron a circular, susurrando que Dan había abandonado a Jaekyung por razones evidentes. Todos sabían que Jaekyung podía ser un individuo rudo y que, quizás, Dan no había podido soportar ser su fisioterapeuta.

La culpa atormentaba a Dan, como una sombra constante que lo seguía a cada paso. Pero Dooshik, un amigo leal, siempre estaba ahí para recordarle que no era su culpa. Argumentaba que todo esto recaía sobre Jaekyung, quien no había cuidado adecuadamente su propio bienestar.

Dooshik, comprensivo como siempre, permitió que Dan se tomara unos merecidos días de descanso para lidiar con el abrumador estrés de la situación. La tensión y la ansiedad amenazaban con aplastarlo por completo.

Finalmente, el día llegó en que Jaekyung fue dado de alta del hospital, aunque con una seria advertencia: debía descansar y dejar de someter su cuerpo a un esfuerzo excesivo. Dan sabía que había abusado de sí mismo para ayudar a Jaekyung, pero su corazón, lleno de pureza y compasión, no albergaba ningún deseo de mal para su paciente. La lealtad y la lucha de Dan por el bienestar de Jaekyung persistían, incluso en medio de las sombras que amenazaban con oscurecer su relación.

Dan buscaba refugio en la pantalla del televisor con novelas de drama para apartar momentáneamente la tristeza que lo embargaba. En esos días oscuros, Dooshik era quien mejor conocía sus gustos, especialmente su predilección por el yogurt y la comida saludable. Cada mañana, antes de dirigirse al gimnasio, Dooshik se aseguraba de que Dan tuviera una comida nutritiva lista, un gesto que Dan valoraba profundamente.

La gratitud llenaba el corazón de Dan, pero también comenzaba a sentir que estaba abusando de la amabilidad de Dooshik. Un día, reunió el valor para hablar sobre el tema y expresó su deseo de regresar al gimnasio para continuar siendo su fisioterapeuta.

Dooshik, con su inquebrantable comprensión, no vio ningún problema en que dan volviera al trabajo. Sin embargo, ambos compartían una regla fundamental: Dooshik nunca se apartaría del lado de Dan, asegurándose de que Jaekyung no pudiera interferir o molestar a Dan en su proceso de recuperación emocional.

Me dan ganas de escribir una escena de delicioso antes de continuar la historia 😃 creo que haré un especial OwO

"Renaciendo Junto A Ti"  Dooshik X DanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora