Extraño tus mensajes por las mañanas, extraño el retumbar de tu risa, extraño tu mano rozando el borde de mi cintura, extraño tu sonrisa, extraño el resplandor de tus ojos al caer la tarde.
Caminatas y platicas infinitas, un carrusel de emociones, nuestra órbita fusionada al mismo tiempo conexión fue lo que surgió.
Todo acabó, te fuiste y te llevaste mi aliento, no hay manera de recuperar lo que hoy siento, vacío, noches en vela, lágrimas caen de mis ojos por no poder verte.
Ya no hay un para siempre, pero ahora empiezo a creer que jamás lo hubo y de haber existido no te hubiera perdido.
~ Rebeca Tapia
ESTÁS LEYENDO
𝑻𝒐𝒅𝒐 𝒆𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒂𝒔𝒕𝒓𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒅𝒆𝒋𝒂𝒔𝒕𝒆
Teen Fiction𝐼𝑚𝑎𝑔𝑖́𝑛𝑎𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑜𝑐𝑒𝑟 𝑎𝑙 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑡𝑢 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑎 𝑙𝑎 𝑒𝑑𝑎𝑑 𝑑𝑒 𝑑𝑖𝑒𝑧 𝑎𝑛̃𝑜𝑠, 𝑦 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑐𝑖𝑛𝑐𝑜 𝑎𝑛̃𝑜𝑠 𝑎 𝑠𝑢 𝑙𝑎𝑑𝑜, 𝑐𝑟𝑒𝑐𝑒𝑟, 𝑖𝑛𝑣𝑒𝑛𝑡𝑎𝑟 𝑢𝑛𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎, 𝑢𝑛 𝑓𝑢𝑡𝑢𝑟�...