Prólogo

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Imagínate conocer al amor de tu vida a la edad de diez años, y pasar los mejores cinco años a su lado, crecer, inventar una vida, un futuro, planes, pero, llega algo que lo destruye todo y se lleva las esperanzas que algún día añoraste.

Mi vida es un poco más complicada de lo que imaginaba, vivía al norte de Roma, en un barrio no muy lejano del centro histórico de la ciudad, ese barrio solía ser muy popular ya que fue de los primeros vecindarios nacidos en 1911. Su historia comenzó oficialmente en 1921 y tardó unos 30 años en completarse. En la década de 1950, Parioli era un barrio habitado por la burguesía media-alta, o eso es lo que alguna vez mi Padre me contó, hija única de una familia muy bien posicionada en ese barrio antiguo, la destacada familia Abruzzo, dueña de las perfumerías más conocidas, en aquellos años AbruzzDolche. Acostumbrada a tener todo en charola de plata y que los caprichos que quería se cumplieran.

En una fiesta de consejo, que solía organizar el vecindario (pretextos para que los Padres de familia se embriagaran sin preocupación y las Madres lucieran sus vestidos más lujosos, llenas de accesorios podrían destacar ante la sociedad) así fue como conocí al amor de mi vida Niccolò Russo, hijo de un Abogado algo reconocido por ser tan eficaz en los divorcios de la gente de dinero y contar con dos despachos, uno en el barrio y otro al sur de la ciudad.

Niccoló, un niño raro, travieso y hasta algo molesto, no dejaba de jugar con la fuente de chocolate que se encontraba al final de la sala, su Padre ya le había llamado la atención más de dos veces porque había derramado el chocolate en aquellos finos manteles, pero era de entenderse ¿Cómo un Hombre que se la pasaba trabajando día y noche podría criar solo a un niño de diez años? Justamente esa era la razón por la cual él se encontraba ahí, para encontrar a alguna pareja que le ayudará en la crianza de su pequeño hijo.

Para el colmo mi Padre y su Padre solían ser amigos muy cercanos así que mientras me escabullía por los pasillos de mi casa podía escuchar la frustración de dicho hombre llorar en lo hombros de mi Padre mientras bebían, la Madre de Niccoló murió cuando él era tan solo un niño de ocho años, un cáncer terminal acabo con la vida de aquella joven Señora, un hecho muy lamentable para la familia Russo, pero poco a poco se fue recuperando.

Ese niño a pasar de que nuestros padres eran amigos, él y yo para nada nos conocimos, muy pocas veces coincidíamos y las veces que lo hacía ese pequeño rubio se comportaba fatal y me hacía aborrecerlo, hasta aquella noche que me dio curiosidad el saber ¿por qué era tan inquieto? Y me acerque a él para preguntarle si quería ir al jardín a jugar conmigo, él respondido que sí mientras volteaba al suelo moviendo su pie de un lado a otro, fuimos a los columpios y desde ese momento fuimos inseparables, todo lo hacíamos juntos, tareas, clases, actividades físicas y de destreza, simplemente se convirtió en mi mejor amigo.

Todo cambio a los trece años, estábamos entrando a la pubertad y con ello el cambio de grado y obviamente iríamos al mismo colegio, una tarde que regresábamos del colegio pasamos a mi casa para terminar las actividades de la clase de literatura francesa, mientras hacíamos un ensayo sobre Simone de Beauvoir y leíamos "La mujer rota" un libro que habla sobre una víctima estupefacta de la vida que ella misma eligió: una dependencia conyugal que la deja despojada de todo y de su ser mismo.

Entornábamos un diálogo sobre dicho libro y de cómo es ser una mujer, aunque yo no sabía mucho ya que era aún muy joven para entender a la sociedad, hubo un momento donde nos quedamos sin palabras y él me miró de reojo a lo cual yo también hice la misma acción, el silencio invadió la habitación mientras que ambos estábamos tirados en el suelo de mi sala nos miramos fijamente y se volvió eterno, su mirada tan pesada se impregnaba en mi alma, y fue ahí donde me di cuenta de que sentía algo más que amistad, y en un fugaz momento él me robó un beso que me dejó pasmada y casi sin aliento, un beso tan inocente... nuestro primer beso.

Desde ahí decidimos ser novios, crecer juntos y descubrirnos, teníamos planes a futuro.

Nos mudaríamos a Francia la ciudad del arte, esto cuando cumpliéramos dieciocho años para que yo pudiera entrar a la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes y el estudiaría Arquitectura a su vez, nos casaríamos a los veinticinco años y tendríamos dos hijos y un perro, o al menos eso es lo que solíamos decir...

Todo acabó el 09 deJulio del 2005 o al menos eso es lo que yo imaginaba, tuvimos una pelea algofuerte lo que hizo que se tensara la relación, él ya no quería ir a Francia aestudiar arquitectura, sino que quería quedarse para atender los despachos desu padre lo cual a mí me molesto mucho, ya que era un cambio de"planes" drástico si se podría llamar así.

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Gracias infinitas a los lectores, de verdad que este proyecto es muy importante para mi, también espero que sea de su agrado esta historia.

Próximamente estaré actualizando el primer capítulo, mientras tanto disfruten este comienzo.

Besos hasta donde quiera que estes leyendo esto!!! <3

𝑻𝒐𝒅𝒐 𝒆𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒂𝒔𝒕𝒓𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒅𝒆𝒋𝒂𝒔𝒕𝒆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora