Misspreen Oneshots || Random topics

|| You Belong With Me ||

Que complicado es estar enamorado de alguien que ya encontró el amor.

Missa tampoco era una persona dispuesta a disolver una pareja para poder estar con el chico que le gustaba, pero era difícil no soñar con ello cuando todas las acciones del susodicho siempre le daban una dolorosa esperanza. Y sabía que era poco probable que Spreen genuinamente lo viera de esa forma cuando tenía a alguien como Juan a su lado.

Y ah, que sencilla seria la situación si simplemente fingiera que Spreen no existía, ¿pero qué se podía hacer cuando el chico lo buscaba tanto como amigo? No podía simplemente dejarlo ahí y sabía que el oso tenía un amplio círculo social, pero también sabía que entre todos esos amigos probablemente él era el único que no lo rechazaría si llegaba en medio de la noche a buscar consejos para arreglar su intermitente relación.

Missa sabía que podía tratarlo mucho mejor que Juan, pero tenía menos ventaja. Sonaba terriblemente cliché, era horrible, pero Juan era bien conocido y querido por mucha gente y su extroversión, mientras que Missa simplemente era un miembro de la banda de guerra escolar con un par de amigos y una vida que le inculcaba un miedo inminente a socializar después de asuntos que tuvo con otros alumnos de cursos superiores.

Missa podía tratarlo mejor, pero Juan era una estrella fugaz y él una sombra. Lo único bueno de ello era que Spreen era una de sus cuantas amistades.

⁺ ˖ ࣪ ˖ ࣪ . ִֶָ˖ ࣪ . ִֶָ ｡ﾟ•┈୨『 ♫ 』୧┈•ﾟ｡⁺ ˖ ࣪ ˖ ࣪ . ִֶָ⁺ ˖ ࣪.

—Che, era un chiste pelotudo.— Missa sólo frunció el ceño al volver a escucharlo, Spreen ya llevaba un buen rato al teléfono discutiendo con su pareja y él estaba presente para darle apoyo. Después de decir eso supuso que le habían colgado la llamada, pues el oso suspiró con enojo y guardó su celular antes de sentarse al lado del azabache. No sabía si le alegraba o le dolía la confianza que Spreen le tenia, porque eran cercanos pero porque Spreen no temía a contarle sobre sus asuntos de relación a Missa. No sabía que en realidad le dolía.

—¿Tan cabrón estuvo?— Preguntó al oso, quien simplemente se quitó los lentes mientras se daba unos breves momentos para respirar y pensar. Lucía conflictuado, con la quijada tan tensa parecía que resistía las ganas de llorar —aunque conocía a Spreen y sabía que era prácticamente imposible hacer eso, aún así—, eso preocupaba a Missa.

—Ya lo conocés, le hice un chiste sobre Messi siendo Dios, como Juan es "el dios de todo" se ofendió.— Respondió Spreen. Un sonido nasal repentino lo hizo voltear a ver al de máscara de calavera, Missa no pudo evitar casi reír en cuanto la explicación le dio más gracia de lo que el chiste le pudo haber dado. Los esfuerzos del chico para no reírse hicieron a Spreen sonreír a medias con humor. —¿Qué? Ese ni siquiera era el chiste, boludo.—

—Y que bueno, si esa sólo era la explicación entonces me sorprende que aún no haya arremetido contra tus antepasados.— Y Spreen finalmente rió ante el comentario, se notaba fácilmente que se estaba relajando un poco. —Nah, que culero, seguro el chiste estaba chido.—

—Un quilombo por nada, y dice que me ama.—

Un sabor amargo invadió la boca de Missa, independientemente de esa relación en específico siempre se preguntó cómo alguien podía lastimar a una persona que decía amar con el corazón.

Él no podría, no cuando la sonrisa de Spreen era una de sus cosas favoritas.

—Ni pedo, a esperar a que se le baje y ya luego lo hablan. Ya ves cómo es Juan, se enoja pero siempre se arreglan.— Y le costó decirlo, le ardía ayudarlo con otra persona, pero era la mejor opción que tenía. No iba a decirle que dejara a Juan por él, el no ser correspondido sólo arruinaría una buena amistad.