Oh, alma mía, ¿por qué tu tristeza profunda?
Naciste en un ciclo de perpetua adversidad, sin medida,
Desde el primer aliento, percibiste la malevolencia
que habita en este mundo, lloraste con pesar.
Nada aquí es novedad, un eterno retorno,
Formas cambiantes, acechando tus entrañas,
Causando dolor y aflicción, sin clemencia,
Mas nada nuevo bajo este oscuro sol.
¿Que más no vencerás?
A los seis años, entendiste la orfandad,
Aunque su peso no sintieras, amparado
por el fulgor solar, fiel compañero.
Hasta el décimo tercer año, el infierno hallaste,
Luchaste contra la soledad, la indiferencia,
Los reproches, acordes en tu sinfonía,
Y aún así, te erguiste, glorioso guerrero.Nada puede pisotear a quien ha sobrevivido
en las sombras, al perder su sol naciente.
Viste a través de la oscuridad, soportaste
el frío del desierto, te ahogaste en un mar
de heridas y lamentos. ¿Qué más no vencerás?
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Mi corazón habla
SpiritualitéEs un himno de un hombre que clama a la vida eterna mientras vive en el tiempo.