First Time♡ (Gignac X Diego)

Primera vez

El cielo tiene mejor color desde que estás a mi lado

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Diego abría sus ojitos después de haber estado durmiendo en los brazos de su novio, cuando alzó la vista el rostro de este dormido le causo mucha ternura, su Omega interior estaba feliz y tranquilo, el aroma a madera recién cortada que desprendía el alfa lo mantenía de esta manera.

Diego adoraba a André más allá de lo que se puede adorar a alguien, para el Omega André era su razón de despertar cada mañana, de levantarse de la cama, de ir a la escuela y sobre todo de seguir viviendo, André era prácticamente todo para él, desde que el alfa llegó a su vida está había cambiado por completo convirtiéndola en dicha y en consuelo.

Consuelo de que por fin encontró a un alfa que lo quería tal y como él era...un alfa que lo amaba con la misma intensidad y adoración como él lo hacía, un alfa que estaba dispuesto a llegar hasta el límite con tal de estar a su lado aunque sea solo unos momentos.

El alfa que en este momento lo tenía entre sus brazos, Diego se enderezó un poquito y tomo el rostro de Gignac con ambas manos para dejar un pequeño besito en su barbilla, otro en sus labios, otro más en la punta de su nariz y por último uno en la frente.

- ¿Ya despertaste? - la voz adormilada del alfa lo hizo sonreír y asentir.

- desde hace rato, pero te estaba mirando dormir - Diego sintió su corazón latír con mucha fuerza en su pecho, la voz de su alfa siempre provocaba eso en él - André...-

- que pasa mi vida? - el mayor se alzó un poco para ver al menor a los ojos y sonrió acariciando la mejilla de este suavemente - todo en orden? -

- Si...es solo que te amo demasiado y quiero estar contigo para siempre - Diego sintió sus ojitos llenarse de lágrimas y solo desvío la vista algo apenado.

- mi amor...estoy contigo y jamás voy a dejarte, pase lo que pase siempre estaré a tu lado - tomó las manos del Omega y las llevó a su rostro para dejar un besito en ellas - escucha, se que lo de tu familia te tiene así...pero ya te lo dije, ni ellos ni nadie van a separarnos jamás -

- me lo prometes? - el rostro del bajito se iluminó con esperanza al escuchar a su alfa decirle aquellas palabras.

- Te lo prometo mi amor, te lo prometo con mi vida - acercó su rostro lentamente al del menor y junto sus labios para dejar un beso en ellos, los labios de Diego siempre eran suavecitos y esponjosos, como si tocará dos algodoncitos o dos pequeños pétalos de los más tiernos que una flor puede dar.

Diego soltó las manos del mayor para llevar las propias hasta el pecho de este y apretarlo suavemente entre sus dedos, sintiendo como la tela de la ropa bajo sus palmas se iba arrugando, él beso era suave y tierno como los que siempre acostumbraba André darle al menor, el calor se iba construyendo poco a poco dentro de ambos, las ganas y la necesidad de tocar de más el cuerpo ajeno iba saliendo a flote.

- André...- susurro el menor en cuanto pudo separarse de los labios contrarios y entonces el alfa se detuvo dándose cuenta de hasta donde había llegado.

- perdóname mi amor me deje llevar - Gignac se disculpó con su bonito Omega y sonrió acariciando la mejilla de este - ¿Quieres que te vaya a dejar a tu casa? Ya es tarde - el alfa le brindo la sonrisa más cálida que el pequeño Omega haya podido ver y este negó con un pequeño sonrojo en su rostro.

- No...en realidad...no quería que te detuvieras...- la vergüenza y timidez se apoderaron de él al confesar aquello, pero es que desde hace un tiempo que había querido estar con el alfa, más nunca se había atrevido a decirlo por pena, pero ahora el amor que tenía por el mayor lo hacía sentirse completamente seguro de que él sería la persona con la que quería empezar su vida sexual - André...quiero que continuemos por favor -