¿Qué más da?

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Nota: Hola, esta es una historia dedicada a @PAle7u7que lleva años pidiéndome.Es como un regalo de cumpleaños adelantado. Espero que la disfruten mucho.





Ambos estaban cegados por la excitación ¿Qué importaba si su familia lo sabía? ¿Qué importaba si era muy temprano? ¿Qué importaba que apenas hace dos días se dijeron sus sentimientos? ¿Qué más daba si eran primos? No importaba nada más que el deseo que se tenían y las ganas de pasarla bien.

Kim sentía un deseo inexplicable por Macao, al punto de querer estar con él y mandar a freír lo incomodo que podría llegar a ser la plática con sus familias si se enteran de aquello.

-Vamos a mi habitación-Dijo el menor, agarrando al mayor de la camisa para luego besarlo.

- ¿P'Vegas no está en casa? - Enarco una ceja

-Hia está en Italia con mi padre, solo estamos tú y yo.

Dicho esto, Kim tomo las piernas del pequeño y lo subió hasta su tordo para que pudiera afirmase de él, el mayor demostraba su gran deseo de seguir con el evidente bulto que estaba bajo sus pantalones. Macao lo noto, lo masajeo escuchando gruñidos y suspiros como premio.

Comenzó a desabrochar el pantalón lentamente, la mirada de Kim era de lujuria completamente, esperando que el menor le quitase aquella prenda. Macao había imaginado tanto como seria este momento, pero imaginarlo no se comparaba en nada a verlo con sus propios ojos.

Kim beso su nariz, sus mejillas, su frente y su cuello, milímetro por milímetro mientras que al mismo tiempo el menor le quitaba lo que quedaba de ropa.

La piel canela de Macao lo volvió loco, era suave y delicada. Intento con más desesperación deshacerse de lo que les resta de ropa, pero algo le llamo la atención.

-Macao, un auto- Interrumpió el beso. Macao abrió los ojos sorprendidos y corrió a esconder a Kim en el baño, regreso a la habitación, levanto la ropa y la lanzo dentro del baño también.

- ¡Macao! - Grito Vegas desde la planta baja

-Mierda, Hia. - Corrió al cuarto de baño, le dedico una sonrisa a Kim, quien estaba sentado en el inodoro, leyendo una revista que se encontró por ahí, tomo una toalla y la envolvió alrededor de su cadera.

- ¡¿Macao, donde estas? - Vegas había entrado a la habitación.

- ¿Por qué tanto escándalo, no se supone que debías estar en Italia? - Respondió saliendo del cuarto de baño

-Papá me pidió que regresará para ayudar a Kinn con el chino loco. - Respondió encogiéndose de hombros mientas se sentaba en la cama.

- ¿Te vas a quedar? - Pregunto incomodo

-Esperare a que termines de bañarte para almorzar juntos- Respondió vegas como su fiera lo más normal de mundo.

-Eh...sobre eso, ya almorcé. -Era mentira, su almuerzo estaba encerrado en el baño- Creí que estaría solo toda la semana y almorcé temprano

-Está bien, entonces déjame entrar al baño e iré directamente a casa de la familia principal. - Vegas se levantó de la cama, lo cual hizo que tanto Macao como Kim abrieran los ojos con sorpresa.

Kim buscaba un lugar para esconderse, ya tenía la ropa puesta, pero las puertas transparentes de la ducha no ayudaban.

- ¡HIA, No puedes entrar ahí! Yo...-Corrió poniéndose delante de la puerta.

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