Ángel

157 17 0
                                    


-No te creo, no te creo, siempre mientes de esa manera.

-¡¿por qué!? ¿Tanto te cuesta creerme? ¿De verdad crees que sería capaz de eso después de tanto tiempo juntos? ¿Después de todo lo que he hecho por nuestra relación? - revolvió su cabello estresado- siempre te lo he demostrado, estoy casi seguro que sientes lo mismo que yo. -se acercó a mí y tomó mis manos.

-Porque miras a Porchay distinto. Pareciera como si lo amaras.-Sabía que estaba siendo cruel conmigo mismo. Me dolía en el alma el simple hecho de recordar aquello. Pero era lo mejor.

-Porchay solo es mi encargo ¡te explique ya! Es la tarea que me otorgaron. Tengo que cuidarlo a como dé lugar. Además, te recuerdo que gracias a él fue que nos conocimos.

-Si lo se, porque "ese es el trabajo de un ángel" -hice comillas con mis dedos. Su expresión cambió, ahora parecía dolido. -Me encantaría tener un trabajo así y cuidar a alguien realmente guapo

-Macao, sabes perfectamente que estoy arriesgando mi posición por ti. Podría perder mi trabajo, mis alas, mi areola y todo por ti, por nuestro amor, por nuestra relación. Parece ser que no te importa, pues bien. Esto es todo, mevoy. No pienso estar con un humano tonto que muere de celos cada vez que me ve con mi protegido.


Se giró, dándome la espalda. Justo en ese momento sentí mi corazón partirse en mil pedazos. No quería perderlo, lo amaba. Pero mis malditos celos como siempre se apodera de mi y ahora heme aquí, peleando con el amor de mi vida.

Algo en mi interior me decía que no tenía que dejarlo ir, que sería difícil recuperarlo, sobre todo después de todas las peleas que ya habíamos tenido anteriormente. Pero otra parte de mi seguía ardiendo en celos de solo saber que aún a pesar de lo que pasará, Porchay seguiría siendo su "tarea" , "su encargo", "su protegido".


No sé en qué momento mi corazón decidió enamorarse de un ángel que vino a cuidar a mi mejor amigo, porchay. Los celos me consumen cada vez que los veo juntos, porque Chay no sabe que Kim es su ángel, solamente se hace pasar por su amigo y eso me molesta aun mas, se que chay está desarrollando sentimientos por mi novio.

Pero decirlo podría ser peor, no quería que Kim perdiera sus alas, no quiero que no pueda volver a su hogar.


Si eso no era el infierno, no sabía lo que era....

-Solo estoy seguro de una cosa-dijo y se volvió hacia mí-. Haría lo que fuera por ti, incluso si eso significa ir en contra de mis instintos y mi naturaleza. Dejaría todo lo que poseo, hasta mi alma, por ti. Si eso no es amor...es lo mejor que puedo darte.

No sabia que contestar, nada en mi mente parecía adecuado. Le cogí la cara con las manos y besé su boca tensa, cerrada. Estúpidos sentimientos, se apoderan de mi.

Pero no era el momento de arrepentirme, estaba pasando. Lentamente sus labios se amoldaron a los míos, tomo mi cadera con sus manos acercándome más hacia él. Pase mis manos por su cabeza, jugando con el cabello de su nuca.

Se separó de mi labios, pegando nuestras frentes. Abrí los ojos y me encontré con su intensa mirada sobre mi. Sonreí

-Te amo Macao, no dejare que nada nos separe

-Te amo Kim, y te prometo que dejaré de celar tu trabajo con Chay, confío en ti y sé que no eres capaz de hacer algo que me lastime.

Esta vez no me beso como yo esperaba, sino más bien me abrazo. Me abrazó con fuerza escondiendo su rostro en mi cuello, su respiración me causaba cosquillas, pero nada que no pudiera tolerar.

-No quiero que estés celoso de Chay ¿de acuerdo? -comenzó a hablar- él es sólo mi encargo, es mi ahijado. La persona a la que amo es a ti y solamente a ti. Y aunque te cueste trabajo creerlo, desde que llegué a la tierra siempre fuiste tú.

Mis ojos amenazan con dejar salir unas cuantas lágrimas. Nunca en mi vida había escuchado palabras tan lindas. Me hacía sentir especial y amado. Kim fue de las primeras "personas" que me apoyaron cuando mis padres me corrieron de casa.

El y Chay eran las personas más importantes para mi. Necesitaba pedirle disculpas a mi amigo por gritarle de esa manera.

-Amor...

-Dime

-Perdóname, perdóname por ser tan celoso y estúpido al mismo tiempo. No quería pelear contigo, solo que mis celos y mi inseguridad se apoderaron de mi. Me da miedo estar solo, no quiero que tu también me abandones como mis padres lo hicieron.

Me abrazó aún con más fuerza, comenzó a acariciar mi espalda y mis lágrimas comenzaron a caer sin mi consentimiento. Estaba tratando de controlarme, pero simplemente me fue imposible. Me sentía toda una niña llorando frente a él.

-shh no llores. Sabes que yo siempre me quedaré a tu lado, pase lo que pase. Yo te amo más que a mi propia vida y por nada del mundo dejaré que algo malo te pase. Hey -tomo mi rostro entre sus manos- No solo cuidare a Chay también te cuidare a ti. Ahora los 3 somos una familia, No dejaré que nada malo les pase a mis bebés.

-pero...¿Qué pasara con el ministerio? Se que no aceptan las relaciones ángel-humano ¿Qué vas a hacer?

-Si las aceptan, solo tardan un tiempo en procesar el permiso. Tengo todo controlado. ¿Recuerdas que te dije que trabajaba con honoríficos?

Sorbí la nariz y limpié mis lágrimas con la manga de mi suéter, a la par que me separaba de su cuerpo. Asentí lentamente, temiendo que mi voz no saliera.

-Pues bien, usaré esos honoríficos para que den permiso a mi relación sin afectar mi posición.

-¿En verdad no te afectará en nada?

-Te lo prometo.

Sonreí y me lancé a abrazarlo, no quería separarme de él. Lo amaba y él a mí, era más que obvio.

Quería estar siempre a su lado, lo amaba y no importa lo que los demás piensen de mi. Él es mi ángel guardián y el único ángel que quiero tener para siempre.



Nadie escoge su amor


Nadie escoge el momento


Nadie escoge el sitio

ni la edad


Mucho menos

escoge a la persona...

o al ángel. 

KimmMacao OS CompilationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora