11. Just run

42 1 0
                                    





Todos miramos atentamente al fuego por unos segundos, nos miramos entre nosotros y salimos corriendo. Corríamos lo más rápido que nuestras piernas nos permitían, corríamos como si nuestras vidas dependiesen de eso, y lo peor era que nuestras vidas sí dependían de eso.

Al cabo de 3 minutos corriendo ya no podía más, estaba cansada, podía ver un túnel de V.F.D a pocos metros, pero sentía que me iba a desmayar antes de llegar. Al entrar, supimos que estábamos a salvo del fuego, nos tomamos un descanso para respirar cuándo recordé a  mi hermano, si volvía no sabría encontrarnos, vería todo el lugar quemado y sin señales de vida.

Hablamos un rato para acordar qué haríamos en caso de que no encontráramos nada bueno en las calles ajetreadas de la ciudad. No íbamos a conseguir trabajo con trece años, todos nos iban a rechazar o nos iban a preguntar donde estaban nuestros padres, la verdad, también me gustaría saberlo.

Luego de un rato de reponernos, nos dirigimos a la escotilla que se encontraba sobre nosotros, creíamos que nos íbamos a encontrar en una vereda de la ciudad, pero no le acertamos. Nieve, todo era blanco, nos encandilaba el blanco a la luz del sol, estábamos en las montañas Mortmain, donde se habían visto por última vez a los Baudelaire.

_ No se separen- Dijo Isadora- No sabemos lo que podemos encontrarnos, síganme.

Todos nos tomamos de la manos y seguimos caminando. Habrán pasado unos 10 minutos que vimos humo salir de una cueva, entramos en aquel lugar y nos encontramos a un grupo de exploradoras de nuestra edad y a una mujer adulta, estaban reunidas al rededor de una pequeña pero acogedora fogata. Lo que más me llamo la atención, fue que había alguien más en aquella cueva que no traía uniforme de exploradora, si no que traía una máscara de esgrima, mi deporte favorito.

_Quién se atreve a entrar en mí cueva- Dijo una voz chillona resaltando las dos últimas palabras.

_Carmelita Polainas- Se quejaron al mismo tiempo Duncan e Isadora, Elijah y yo nos miramos al mismo tiempo.

_¿Quién?- Preguntó Elijah. La supuesta Carmelita Polainas salió y se dejo ver la cara, era más baja que yo, pelirroja y de ojos verdes.

_¿Acaso vives bajo una piedra zampabollos?- Dijo abriendo sus ojos al escuchar a Elijah, No sonaba como un cumplido la palabra "Zampabollos".- Soy Carmelita Polainas, la niña más adorable del universo universal.

_Universal es un simple adjetivo relativo al universo, por lo que no es necesario utilizarlos en una misma oración, ya que quedarían raros juntos al significar casi lo mismo.- Dijo Elijah y "Carmelita" se quedó callada. Los tres solo lo miramos, por detrás de Carmelita, apareció una chica que nos invito a pasar.

_Bueno exploradores de montañas- Comenzó diciendo la chica, inventamos que eramos exploradores para que nos dejaran quedarnos con ellos, ya que, según ellos, los exploradores deben ser acomedidos con otros exploradores- Que tal si nos cuentan una historia, todos deben contar una historia en la fogata.- Nos miramos entre nosotros, no sabíamos que historia inventar.

_  Conocen la historia de Anna Karenina?- Pregunto el chico de la máscara de esgrima. Anna Karenina, clásico de la literatura rusa, quién no la conoce?

_Sí, mi padre me hizo memorizarla cuando era pequeña.- Respondí al chico, digo chico ya que su voz lo delataba si es que lo quería ocultar.- Su argumento se centra en la vida de Ana Karenina, una mujer casada con un alto funcionario que se enamora de un joven militar y decide dejarlo todo por él, desafiando así las férreas convenciones sociales de la época. Finalmente, termina con su vida víctima de una sociedad que la condena.

Elijah me miró extrañado, supongo que sus padres nunca le contaron sobre Ana Karenina.

Palabra Clave- Quigley Quagmire y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora