Cap.3

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Esa mañana salía del gimnasio exageradamente cansada, con hambre y sin ganas de seguir caminando...

Mi madre asegura que después de hacer ejercicio, caminar ayuda a calmar los músculos aparte que también es un ejercicio más así que aunque no quiera hacerlo tengo que...

-Ey tú de nuevo, señorita música -dijeron a mi espalda

Di media vuelta y me encontré con la sonrisa del chico de la otra vez, su sonrisa es contagiosa antes de darme cuenta ya andaba sonriendo también...

-Hola chico que tocó mal aquella nota -agregue

-No superarás eso eh

-No planeó hacerlo -asegure sonriendo

-En ese caso deberías enseñarme a tocar la guitarra correctamente

-¿Yo?

-¿Quién mas si no?

Lo mire divertida, es un chico atractivo se podría decir que muchas chicas dirían que está buenísimo, incluyendome...

Ya que si lo está y tiene un encanto natural, cosa que atraparia a cualquiera. Lástima que yo no soy cualquiera y que tengo mis objetivos demasiado claro...

-Dan cursos de guitarra en varias escuelas, si quieres te recomiendo algunas -respondi

-¿En donde estudias no hay cupos?

-Ve e investiga -sonrei

-Si voy y hay tendrás que aceptar enseñarme a tocar mejor, también a tocar tu canción favorita

-¿Lo dices de verdad?

- De verdad -aseguro -Entonces... ¿Trato?

Dudé de aceptar ya que se ve que lo dice enserio, mi sonrisa se ensanchó y accedí...

-Trato  -conteste

Corrí a casa luego de la charla con aquel chico ya que empezó a llover de la nada, entre deprisa cuando mi madre me detuvo...

-¡¿Qué estás haciendo Alana?! -pregunto enojada

-Entrar a la casa, es algo lógico -conteste

-Olvidare ese tonito que usaste, entra por atrás no me vas a ensuciar el piso y vístete que vienen unos amigos importantes a cenar

-Claro me daré un baño y bajo -asegure

-No me estás entendiendo, te vas a vestir y tu padre te llevará a otro lado. Tienes que estudiar para el primer examen de admisión será mañana así que no quiero que lo arruines

Asentí al entrar en mi habitación suspiré con pesadez, nunca me deja estar en sus cenas...

Teme que las arruine ya que no soy el prototipo de hija que le gustaría...

-¿Lista cariño? -pregunto asomando la cabeza por la puerta

-Lista Papi -asegure

-Te llevaré a la biblioteca vamos

-¿No podría ser otro lado? -pregunte

-Tienes que estudiar -murmuro

-Quiero descansar -agregue

Al ver que lo miraba con cara de perrito esperando que me dijera para dejarme descansar su expresión cambio...

-No, nos harás pasar vergüenza en ese examen así que vamos -contesto

Me deje guiar hasta el carro, seguía lloviendo...

Empecé a contar cada gota que caía en el cristal, pensando en cómo ha cambiado mi vida en estos años...

Antes tenía unos padres amorosos que se preocupaban por mi bienestar, ahora solo quieren que sea perfecta...

Para lograr ser una doctora con prestigio como ellos, claro que cuando les dije mi sueño se pusieron más exigentes y me tacharon de loca...

Me empezaron a exigir perfección en todo y me metieron en miles de cursos que no me interesan para nada...

Dure un año entero rogándoles para que me dejaran tomar clases de piano, les dije que eso me ayudaría mucho ya que en sus reuniones de doctores podría tocar y llamaría la atención de sus doctores amigos...

Aceptaron y cuando supe que justo al frente daban un curso de canto empecé a ir a escondidas, tengo casi un año ya en eso y la verdad fue lo mejor que pude haber hecho...

La primera reunión a la que fui me tropecé con el vestido y le tiré agua a un doctor ya por eso no quieren que asista a otra...

"La melodía que nos unió"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora