Lirio de luna

CAPÍTULO 001

Desde que somos unos niños, nos hemos hecho una cantidad incontable de preguntas sobre nosotros mismos. ¿Por qué existimos? ¿Cuál es nuestro propósito?. Realmente esto es algo común pues solo buscamos comprender quienes somos para formar el quien seremos. Pero... ¿es tan fácil decidir quienes seremos realmente?.

Kim Tae-Hyung estaba por tomar la decisión más importante de su vida, la que definiría finalmente quién era.

-¿Debería echarle mantequilla de maní al pan?- preguntaba aquel pequeño Omega de tan solo 16 años.

Su padre lo miró y dio un largo suspiro para luego hablar -Tae- comenzó el hombre -¿No deberías pensar mejor a que te vas a dedicar?, cachorro, casi cumples 17 años, ya te vas a graduar de la secundaria y aún no sabes qué hacer con tu vida-

Tae solo pudo pensar que su progenitor tenía razón, ya tenía que comenzar a buscar que quería hacer con su vida, que era lo que le gustaba realmente, pero, el solo quería heredar el negocio familiar, exacto, aquella pequeña pastelería. Solo tendría que manejar el dinero, no habría que estudiar para eso ¿Cierto?.

-ya sé que haré papá- dijo dando una breve pausa antes de continuar, dándole tiempo a su padre de levantar una ceja mientras lo interrogaban en silencio. -manejar el negocio familiar, para eso no necesito estudiar- dijo totalmente orgulloso de su decisión.

Su padre apenas escuchó lo dicho por Omega soltó una sonora carcajada, pues el chico creía que manejar un negocio era tan fácil como comprar dulces en la tienda. Pero al notar que su hijo no reía con él puso una expresión seria, para luego explicarle que debía de estudiar si quería heredar el negocio familiar.

-Tae, no puedes solo manejar un negocio sin tener los conocimientos, pero, podemos hacer un acuerdo ya que al fin muestras interés en la pastelería- dijo pensando en el futuro de su pequeño hijo.

-¿Que acuerdo?- preguntó a su padre algo desconfiado de lo siguiente que este iba a mencionar.

- yo te enseño a manejar la pastelería y tu estudias repostería, así podrás encargarte como debe ser del negocio familiar- dijo con una sonrisa al imaginar a su único hijo siendo dueño de su amada pastelería.

-¡Me encanta tu idea papi!- chilló emocionado Tae, pues la repostería en verdad le gustaba, pero para poder ir a la universidad necesitaba ¡Estudiar! ¡La escuela! ¡Iba tarde!. Con una velocidad impresionante tomó su maleta y se despidió de su padre para salir corriendo de su hogar.

Actualidad

Los golpes de la suela del zapato resonaban con cada paso que daba, y solo se podía observar como este pasaba por las calles, como alma que se la lleva el viento.

El Omega, corría por las calles de Seúl mientras observaba su reloj, iba tarde, muy tarde, no lo iban a dejar entrar, y para peor su próxima clase era con ese viejo maldito. Aquel profesor que solo lo miraba, para luego cerrarle la puerta en la cara y colocarle una mala calificación. ¡Dios! A este paso jamás se podría graduar.

Tal vez si se fracturaba el brazo, y llegaba podía decir que se accidentó y por eso llego tarde, no, claro que no le iban a creer eso, es más creíble una pierna rota.

-Kim Tae-Hyung- se escuchó una voz masculina detrás de él Omega. Haciendo que este se detuviera, -mierda y más mierda- pensó este al reconocer aquella voz que tanto lo atormentaba.

-Señor Lee, muy buenos días, ¿cómo está?- dijo cordialmente, mientras maldecía mentalmente su mala suerte.

-Buenos días para ti también, estoy bien, a diferencia de usted, tal parece que va tarde, otra vez- dijo con obviedad, mientras miraba con desprecio al Omega, para luego continuar - Supongo que va a reprobar mi materia, otra vez- Dijo sonriendo con burla.

-Si, yo también estoy bien señor Lee- dijo con sarcasmo -Pero justamente iba hacia su clase para hablar con usted, pues deseo proponerle un trato, pues se que usted está tan cansado de mi, como yo de usted.

-Mire joven Kim, no hay nada que yo tenga que negociar con usted, y no tengo tiempo, así que le sugiero comience a correr si quiere llegar antes que yo, permiso- finalizó la conversación para luego comenzar a caminar.

-Viejo malparido- murmuró antes de comenzar a correr nuevamente.

Para mala suerte del Omega, había olvidado donde guardo su credencial, haciendo que el portero no lo dejase entrar, si no hasta que la encontró. Para cuando llegó al salón el profesor Lee estaba en la puerta esperando para cerrarcela en la cara, como siempre.

-Vaya suerte de mierda, supongo que tendré que devolverme a casa- dice para sí mismo enojado, para luego comenzar a caminar pensando como le diría a su padre que tendría que pagar por esa materia otra vez.

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!Hola pastelitos¡ ¿Cómo están?
Somos Nini y Su
Aquí está el primer capítulo de Lirio Lunar, esperamos lo disfruten, y nos vemos en un próximo capítulo.
No se olviden de respirar