Capitulo Uno

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"Shanks, es tu por tu propio bien", "Shanks, nos duele, pero tienes que madurar" "Shanks, cariño. Pronto vendremos por ti"

Otra frase más de esas y terminaría mandado todo al diablo, aunque no podía culparlos de todo, teniendo en cuenta que el mismo había provocado que terminara en esta situación. Podían haberlo mandado a un internado mixto pero Rayleigh y Shakky decidieron que sería😢 premiarlo al estar rodeado de chicas. Así q. Mm u
no quedaría de otra que acostumbrarse.

Al menos había podido esconder un poco de su reserva, esperaría a su mayoría de edad para largarse de ahí y disfrutar de su vida como quisiera.

Busco un escondite perfecto en la habitación compartida, que para ser sincero parecía de alguna chica, no se suponía que era enteramente de chicos?. No presto demasia atención. Después guardaría sus cosas, lo importante era el bendito alcohol.

No se le complicaría hacer amigos, así que tuvo que recordar el pequeño recorrido que alegremente le había dado un pequeño pelirosa. Parecía torpe y algo nerd con esos pequeños lentes anticuados pero no juzgaría.

¡Que aburrido! Y pensar que solo llevo un par de horas... - estaba más que desesperado, y pensar que aún no terminaba el día, sería un martirio aguantar un tiempo en este maldito infierno. Aunque recordaba que cualquier tipo de institución escolar tenía azoteas y por lo regular no había en ellas adultos molestos a la vista. Busco un pequeño frasco en sus pantalones, al menos el ardiente líquido le calmara su sed de emborracharse.

Busco la manera de pasar desapercibido en el lugar, aunque con su particular color de cabello lo dudaba.

Echo algunas miradas discretas para perderse en los escalones que llevaban aquel lugar que ya podía convertirse en su escondite, abrió sigilosamente la puerta, pegando de lleno el fresco aire en su rostros, cerrando los ojos ante el agradable clima. Una tortura menos en este espantoso lugar....

¡Ah!... A-ahí, Crocobebé, mhn... Joder muévete más...

Ah.. Buggy, tan escandaloso como siempre...

Shanks quedó pálido al voltear y ver aquella escena tan impactante, teniendo en cuenta que este solo basaba sus experiencias sexuales con mujeres. Batear al otro lado no era su gusto.

Trato de desviar su mirada o simplemente echarse a correr de ahí pero la escena empezó a llenarle de morbo y sus pantalones empezaba a incomodarle. Pero es que ese maldito chico, era hermoso...

Estaba recargando parte de su peso en la pared, con una camisa de tirantes algo corta para su altura, podía notar a la distancia que era un cuerpo bastante proporcional, un par de hermosas piernas tonificados y gruesas, como un atleta, sus hombros rojizos por el sudor y podría intuir que por algunos chupetones. Alzando su grandioso culo al otro hombre que no dudaba en dar lo último para acabar con esa vulgar pero caliente escena.

Así que tenemos público. Es un honor mostrar a nuestro querido presidente a los nuevos alumnos. - jalo al otro chico que se recuperaba de su recién orgasmo, tratando torpemente de acomodarse los pequeños shorts deportivos, ya que su pareja insistía en dejarlos puestos mientras lo follaba - Lamento, decepcionarte, pero Mi princesa está ocupada.

El hombre le sonrió de manera bastante sádica, si es que podría decirse así, jalando nuevamente aquella persona que hizo sonrojarse profundamente. Los rulos azules le caían por ambos hombros, sueltos y volando un poco en cuanto el viento los rozaba. Sus mejillas sonrojadas hasta llegarle a la nariz, era normal que la nariz se pusieran tan roja por un poco de sexo? Parecía un payaso...

Las palabras no salían de su boca, es que ese chico estaba demasiado bien a su vista. Más al tener una piel brillosa, que podía suponer que no era más que sudor. Sus ojos de un color claro, completamente llorosos. Un manjar!

¡¡¡Lo siento!!! - salió rápidamente de la azotea, era joven para morir a manos de ese gorila, fácilmente le saca la vuelta en altura, y esa mirada con la cicatriz en la cara, daban pavor. No creía que fuera un estudiante, parecía más un limpiador de cadáveres. Y si notificaba del recién hecho, el seria el próximo cadáver.

Tanto Buggy como Crocodile, rieron juntos, pegando sus labios en un último beso. Fue jodidamente bueno el sexo.

Crocochan~ no debes de asustar así a los nuevos. Tendrán más miedo de ti que de mi. El Grandísimo Presidente Buggy - alzó sus brazos me señal de protesta, ganando una pequeña queja de molestia de su novio, para volver a besarlo y por qué no, una posible segunda ronda.

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