Parte única

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Un songfic inspirado en la canción de "The Killers-When You Were Young"



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Las dulces e infantiles voces recorrían el jardín de aquella acogedora casa, de un lado a otro, dos pequeños niños de al menos cinco años se entretenían persiguiendo una pelota que pateaban de vez en cuando. Uno de ellos tenía el cabello negro, ojos del mismo color y la piel blanca, el otro niño con quien jugaba por el contrario tenía el cabello de un rubio brillante y ojos de color azul cielo, entre tanto jaleo el pequeño rubio tropezó cayendo sobre el césped raspándose una rodilla. Se sujetó el raspón conteniendo los lagrimones que querían salir de sus ojos.

—¿Estas bien? —con la pelota en manos se acercó su compañero de juegos.

—¡Fue tu culpa! —le acusó sobándose la rodilla.

—No, tú te has caído solito.

—¡Es que pateaste muy fuerte la pelota!

—Humm —se encogió en hombros restándole importancia al asunto.

—¡Con que aquí estaban! —una tercera persona apareció en escena, era un hombre ya algo mayor de cabellos negros y ojos del mismo profundo color—. ¡Mocosos del demonio entren de una vez! —se acercó a los niños.

—¡Tío Sasuke tu siempre estás de mal humor! —el pequeñín de cabello negro le retó con un infantil puchero.

—¿Qué dijiste? —el mal genio del nombrado solo parecía aumentar.

—Es verdad, estos días solo gritas por todo —inflando los mofletes y sacándole la lengua el rubio se puso de pie.

—¡Ya verán mocosos malcriados, vengan acá!

—¡Se vuelve loco! —gritaron ambos niños huyendo hacia la casa entre risas.

—...

Ya sin poder ni querer darles alcance Sasuke suspiró esbozando una media sonrisa en sus labios, cuando los niños son traviesos es señal de que tienen buena salud. Volvió a suspirar para recorrer el jardín con calma inspirando un suave aroma a nostalgia que solo el parecía notar. Se encaminó hasta la parte de atrás de la casa encontrando su pequeño y sagrado cultivo de tomates. Sonrió complacido ante uno de sus manjares favoritos, contempló los frutos rojos unos instantes, ya tendría tiempo después de disfrutarlos así que regresó entre sus pasos para sentarse a la sombra de un gran y frondoso árbol que quedaba a un lado de la casa. La suave brisa recorría el lugar jugando con sus cabellos, cerró los ojos sin querer tratando de recordar los momentos en los que él también fue joven.



(...)



Con ansias abrió la puerta de su casa saliendo con una mochila al hombro, tenía prisa por salir de aquel lugar, huir aunque sea por unas horas de todos los agobiantes momentos que debía vivir en su propio hogar.

—Espera, Sasuke —una voz lo detuvo en el umbral, volteó encontrándose con su hermano mayor, se parecía bastante a él, solo que tenía el cabello más largo— sabes que nuestros padres a veces se exceden en sus palabras.

—Claro, Itachi. Todo lo dicen sin mala intención —respondió con sarcasmo.

Sin mala intención, como podría ser eso cierto si se la pasaban menospreciando todo lo que hacía, sin importar cuánto se había esforzado para ser un hijo ejemplar, a sus padres nada les parecía suficiente y tanto esfuerzo sin una sola palabra de aliento ya empezaba a hacer estragos en él. Académicamente siempre fue brillante y aplicándose no le resultó difícil ser el mejor en todo el instituto, trabajaba a medio tiempo para no tener que pedirles casi nada a sus padres y aun así ellos lo veían como una carga, una estorbosa carga.

Whe You Were YoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora