– Ivi, mira lo que tengo para vos - Rodrigo le dio una pequeña caja negra a Ivan, apenas llegó al Kiosco
– hola Rodri, yo también te extrañe mucho, ¿cómo estas?
Rodrigo se rió, y le dio un pico, haciendo que Ivan abriera la caja, encontrándose con una pulsera color azul oscuro, con unas letras, que decían "Rodri"
– te quedó re linda Rodri - Ivan sonreia con ternura
– me costó mucho hacerla, pero ahí esta, para vos
Ivan extendió su brazo, y Rodrigo le colocó la pulsera
– me gusta mucho, muchas gracias Rodri
Rodrigo de su bolsillo sacó otra pulsera del mismo color, que decía "Ivi"
– vamos a estar convidados - dijo Rodrigo mientras extendía su brazo, haciendo que Ivan colocará la pulsera ahí
Ivan dejó un pico en los labios de Rodrigo, mientras ambos sonreían
cuando se separaron, una chica rubia llegó, sonriendole a Ivan mientras pedía un agua con gas, a Rodrigo le hervía la sangre de nuevo, hasta que vió como a la chica se le iba la sonrisa cuando miró el brazo de Ivan
– ¿quien es Rodri? - preguntó la chica, con un tono molesto
– es mi novio, ¿no sabias? - Ivan dijo con una sonrisa, mientras veía como la chica se iba rapidamente después de darle el dinero, con el agua en su mano
– al parecer si funcionó - Rodrigo sonrió, haciendo que el alto hiciera lo mismo
– que celoso que sos - dijo Ivan, mientras besaba a Rodrigo levemente
– cuido lo mío, no soy celoso
– ¿lo tuyo?
– sí Ivi, lo mío, lo que es completamente mío, él que me hizo suyo y por eso ahora es mío
– no sabia que ahora las leyes eran así - un sonrisa se formó en los labios de Ivan
– es una nueva ley - Rodrigo se defendió
– ¿la pusiste tú?
– sí, leyes son leyes
ambos rieron, para después mirarse en silencio por unos minutos
– que lindo que sos - decía Rodrigo mientras acariciaba el cabello de Ivan
– vos también Rodri, sos muy lindo - Ivan sonrió mientras besaba a Rodrigo
Rodrigo cortó el beso lentamente unos segundos después
– estamos en la escuela, estúpido
– te faltó poner una ley nueva, en donde si se puedan dar beso en la escuela con tu hermoso novio - Ivan dijo con un puchero en sus labios
– para la próxima la pondré, Ivi, lo juro
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