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NARRA ESTRELLA:

Había decidido ir a ver a los chicos, los extrañaba, extrañaba a Bill específicamente.

Cómo pude convencí a ese idiota con dejarme ir a verlos, pero sin antes ir con dos idiotas dónde supuestamente son mis "guardias" de seguridad.

Para parecer desapercibida me puse un poleron negro, y me puse entre la gente, lo más al fondo posible, al principio del concierto toda la gente estaba tan confusa como yo, Tom no apareció por unos buenos minutos, después de eso el concierto comenzó, Ví como Tom me logro ver y me quedé intacta en mi lugar, esa mirada.... Su jodida mirada.. pero está no me demostraba nada, sus ojos estaban de color negro, niun brillo en ellos, tenía notables ojeras debajo de sus ojos, dado a qué quizás no ah dormido nada, su piercing ese maldito piercing que me volvía loca, seguía hay... Un guarida me saco de mi tranze dándome cuanta que el concierto se detuvo voltee mi mirada cuando ví a Tom correr hacia mi, este venía desesperado y yo solo decidí correr, corri hacia el auto, no estaba segura de si hablar con el o no, senti sus pasos cerca de mi, cómo pude logré salir de aquel lugar y me dirigí hacia el Cadillac negro, este por suerte tenía la puerta abierta aún, entre a apuros adentro, el auto arranco lo más rápido posible, voltee mi cuerpo para mirar hacia atrás, encontrándome con un Tom tirado de rodillas en el suelo

<Perdóname Tom..> pensé, quería parar toda esta mierda, poder ir a abrazarlo, lo odiaba, si, por culpa de el sucedió todo, pero yo tengo un maldito trato, y si cumplo esa mierda podré salir, aún que yo acepte, que idiota soy.

Cuando el auto arranco por la carretera ví como los tipos estacionaban en un camino, todos salieron dejándome sola en el, necesitaba ir a aquel río, es mi lugar seguro... Necesitaba paz, tranquilidad, aunque mi vida este siendo una película de acción, pero la que terminara mal aquí seré yo, por toda esta mierda, estoy harta de todo, de todas mis acciones.

No decidí esperar mucho cuando me hacerque hacia la puerta del auto, me asegure que está no estuviera con seguro, para mí suerte, no, la abrí lentamente asegurándome de que no hiciera ruido y cautelosamente, me baje lentamente y me escabulli Por los árboles, cuando me aleje del auto lo sufientemente lejos decidí correr, cuando ya no había ningún rastro de aquel auto mencionado anteriormente decidí caminar, estaba oscuro, y la noche no pasaba de las 12 de la madrugada, por suerte conocía está carretera, no estoy tan lejos de aquel río.

Camine por algunos minutos y al fin me encontraba llegando hacia el río, me detuve en seco al ver una figura muy conocida, este estaba sentado en el pasto, en la costa del rio que había, sus rastas caían por su espalda, tenía la cabeza cabizbaja, y no se movía, corría demasiado viento y estaba empezando a llover, por lo que vi el no llevaba algún polo oh algo.

Era Tom.

Decidí no ir hacia el como si nada, esperarlo sería lo mejor, hasta que se fuera, me sentía culpable, se que no empezamos por el mejor inicio, pero no es que me agrade tampoco, mi odio hacia el aún sigue, pero me da tristeza tener que dañarlo todo por qué mi impotencia decidió actuar sobre mi y aceptar ese maldito trato, por suerte había una banca color blanco entre árboles y arbustos, sería imposible que me viera, estuve hay por largos minutos, en el trayecto de esos minutos la lluvia empezó a cesar, cada vez más fuerte y más rápido, las nubes eran grises, la noche oscura y fría, solo nosotros dos, oh eso creía yo, ya que el ni sabía que estaba hay.

Cuando la lluvia ya caía con más intensidad Tom se levantó de aquel pasto y empezó a caminar, se veía devastado y me daba tristeza, pero ese no era el problema, el problema es que le diré el día que nos encontremos, no podría mentirle, yo... No...

(...)

Después de escuchar mil veces el rosario de tal idiota me dejó ir, con la condición de que no dijera niuna palabra y hacer lo que me pidió, sacarle dinero a Tom, al principio me empeze a negar de hacer tal acto, pero tuve que aceptar, ya que si decía que no, mis posibilidades de salir de hay serían nulas.

¡Al diablo con Tom kaulitz! - Tom kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora