10 Chantaje

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Saco una libreta acompañada de una pluma negra de punto fino

–Tal vez deberíamos empezar por definir la relación con su “madre” si es que realmente comparten sangre señorita Artemisa

Sonreí ligeramente al ver una foto sobresalir de aquella libreta – claro que lo es, aunque no estoy segura de la llamada, algo me hace creer que persigue fantasmas, agente Azai –

Noto rápidamente mi juego y escondió la foto

No estoy persiguiendo nada señorita, simplemente realizo mi trabajo –

Lleve el índice de mi mano izquierda hacia mis labios y lo mordí un poco antes de formular la siguiente jugada – y dígame señor policía, ¿su trabajo incluye husmear la vida privada de una familia promedio mientras ellos aún no han hecho nada que pueda dañar a la gente y atender llamadas imaginarias? –

Ambos sabíamos que ingresamos a zona de disparos, solo quedaba esperar al primero en acobardarse, además sabía que esa pregunta sería mi jaque mate, este chico es hijo de uno de los agentes que murieron en aquel hospital, todos los involucrados ese día se realizaron la misma exacta marca en la muñeca

–Yo, tiene razón señorita… posiblemente me equivoque de casa o quien llamo tenía algún trastorno mental, lamento las molestias –

Apenas salió cerré completamente la puerta
Suspire un tanto agotada y me acerque a María – me temo que el oficial se equivocó de casa y necesitaba retirarse pronto o seria reprendido en la comisaria –

Entro a la habitación aun despidiendo esa energía tan pesada que caracterizaba sus enfados

–¿Desde cuándo sabes actuar de esas maneras?, además, ¿Qué fue todo eso de perseguir fantasmas? –

Evité su mirada con el único propósito de contener mis emociones – solamente necesitaba sacarlo del camino, no es nada importante, y fue gracias a ti que aprendí esas cosas – pude contemplar el dije del policía en el piso, apenas ver aquel objeto lo tome cuidadosamente – debería devolverlo, antes de que el venga a buscarlo, ese rostro – por un momento me paralice al contemplar la fotografía dentro del dije

Recordaba ese rostro perfectamente, estuvo conmigo en aquel hospital cuando fui rescatada, incluso en aquel ataque,  es un recuerdo borroso, puedo percibir su voz pidiendo mi calma


En aquel momento intentaba desesperadamente liberarme hasta escuchar su voz

Por favor intenta calmarte un poco… prometo liberarte apenas dejes de pelear –

Me sentía demasiado inquieta – tengo miedo, la última ocasión que estuve atrapada de esta forma pasaron cosas terribles – ese policía eligió aligerar mis ataduras, en ese instante me hice ovillo – gracias por liberarme, tu no pareces ser tan malo como los cuervos y los perdidos – parecía no comprender mis palabras – al parecer no lo entiendes, eso es muy extraño, no creo que seas uno de ellos  –

Se acercó a la mesita para tomar una libreta junto a un lapicero de color azul

Podrías explicármelo, tal vez así lograría ayudarte en algo –

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