𝘓𝘢 𝘮𝘢𝘭𝘥𝘪𝘤𝘪𝘰𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰𝘴 𝘶𝘯𝘦𝘴

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Era un viernes por la mañana ese día no tenía clases ni nada que hacer , se preguntaba a dónde estaba el idiota e inservible demonio vendado solo estaba Atsushi allí preparando su comida— ¿donde está Dazai Atsushi?– pregunto el otro tembló en su lugar al escuchar su voz

— e-en el santuario – exclamo temeroso el castaño siempre se la pasaba allí

— que tanto hace allí – se levanto de su asiento y le miro con terror temiendo a que le lastimara no había hecho nada

— y-yo no lo sé – respondió al borde de las lágrimas

El pelirrojo no dijo nada salió de la habitación dejándole solo , fue a buscar a Dazai a ver qué tanto hacia . Recordar , a veces los recuerdos solían ser dolorosos más que las heridas físicas odiaba recordar su pasado al lado de la persona que tanto amaba

"Promete que me olvidarás"

Como si eso fuera tan sencillo, miraba aquella espada la cual era alimentada por su poder espiritual, la familia Nakahara había encontrado una forma para drenar su poder y alimentar la espada haciendo esta mucho más poderosa . Aquella arma colgando en una pequeña repisa emitiendo un bonito color azul se preguntaba que pasaría si la tocaba ¿moriría? El solo pensarlo le hacía sonreír lleno de emocion justo apunto de tocarla recibió un golpe en la cabeza — a menos de que quieras morir aléjate de esa espada – escucho la voz del pelirrojo tras de el ..

Como ya acostumbraba no respondió simplemente se levanto de su lugar para seguir limpiando lo que estaba haciendo originalmente antes de dar vueltas a sus recuerdos . Odiaba no poder mantener su mente tranquila su mirada paso al pelirrojo este usaba sus usuales ropas de siempre pantalones negros camisa blanca y chaqueta negra su cabello largo y sedoso —¿que tanto me ves?

  Simplemente no respondió aparto la mirada pero de manera disimulada le admiraba su cuerpo seguía siendo hermoso y delicado , oh , recordó su primera vez justo en ese santuario

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— ¡otro trabajo bien hecho Dazai!

Suspiro con cansancio, ya para este punto vivía en la gran casa de los Nakahara, la historia que todos se creyeron fue que el pelirrojo le capturó , al ser un demonio muy fuerte decidió que serviría para cazar a más demonios

Esto fue alabado por su familia probando su valía al ser el primero en "controlar" a un demonio por ello debía trabajar a la par con el de ojos azules no se quejaba pero era el único que hacía todo el trabajo mientras Chūya solo miraba — dilo por ti – suspiro caminando hasta su habitación compartida

— oh vamos – el pelirrojo le tomo de la mano con una sonrisa – te daré un premio

— ¿y cual es?

— vamos al santuario – le susurro al oído esto le hizo estremecer por el tono que uso

— okey – exclamo extrañado y algo emocionado

— yo me ire adelantando tu cambiate y bañate ¡apestas!

— para ser mayor que yo eres demasiado mimado – se quejó caminando a limpiarse

Su cabeza no dejaba de imaginar los posibles escenarios que encontraría al llegar al santuario, todos estaban dormidos nadie iría al santuario a esa hora de la noche ni los más devotos de la casa . Cuando entro trago duro el pelirrojo usaba un yukata de color blanco con diseños rojos y dorados para el no era raro verle usando estás ropas , pero esa noche , sabía que era diferente y más cuando su corazón se detuvo al admirarlo — ¿que pasa? – le sonrío coqueto – ni que fuera la primera vez que ves a tu amo