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- ¡Amigo Posta no puede estar tan bueno! - exclamó mi amiga Maria mientras prácticamente se le caía la baba viendo al pibe.

Otra vez no, suspiro cansado.

Estamos en la facultad de arte, tercer año. acabamos de salir de una larga jornada de clases y ahora nos encontramos en la cafeteria comiendo muy tranquilamente hasta que apareció el.

Tiago y sus amigos.

Pasaron frente a nosotros y se quedaron hablando demasiado cerca, llamando la atención. Bueno, la de mari mas que nada.

- Sí amiga esta re bueno pero también re tonto, miraló nomas no tiene nada de bueno aparte de esa cara- Respondó a su comentario anterior dirigiendo mi mirada hacia el haciendo una mueca.

- Ya se mauro, lo decis siempre- suspiró decepcionada mordiendo su empanada de carne.

- Y entonces para que hablas de el cada vez que lo ves- preguntó.

Lo mismo de siempre.

-Solo digo que es lindo nada mas, no dije que estuviera enamorada de él- exclama obvia.

-Dale ni vos te la crees, le tenes unas ganas- respondo.

- Y si quien no, o me vas a decir que no tendrias sexo con el si tuvieras la oportunidad- me dice riéndose.

-obviamente no nena por quien me tomas, si es un pelotudo. Además no seria uno mas de su lista de conquistas, si es un mujeriego.

Si esta re bueno eso no lo niega nadie, pero también es un casanova que se acuesta con cualquier ser que respire. y si dios era perfecto con ese corte que solo a el le queda bien, sus tatuajes y esos labios... y ni hablar de su fisico.

Como hombre come pijas que soy, entiendo perfectamente todo lo que las chicas ven en el. Pero dale, no deja de ser un referendo pelotudo y nadie ve eso, y las que lo ven les chupa un huevo y se le tiren igual con tal de tener una noche con el pibe; tremendas boludas.

-un pibe asi solo te lástima amiga, no tiene nada de bueno, es mejor ni acercarse- le repito a mari mientras trato de que terminé de comer de una vez por todas para poder ir nos.

-si mau ya me dijiste eso como veinte veces y ya te dije que igual es todo joda nomas, no me lo voy a ir a garchar- se excusa.

-eso espero, ahora comete esa empanada de una vez asi nos tomamos el palo.

finalmente se dispone a comer la empanada mientras yo me quedó mirando a Tiago, Sigo sin entender porque las pibas les gusta tanto lastimarse solo para que les de un poco de atencion.

Antes darme cuenta me quede viendo lo fijamente sin despegar mi vista, cuando de repente veo como gira su cabeza de repente fijando su vista en mi. Es cuando me doy que estamos cruzando miradas.

desvío rapidamente mi mirada y me hago el boludo mirando el celu, cuando levanto la vista ya no me estaba mirando mas.

que verguenza la puta madre.

De Repente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora