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Tiago.

Luego de bañarme bajo al comedor encontrándome a duki sentado con el celular.

-seguis acá?- pregunto acercándome a este.

-No soy un fantasma, y si pelotudo- dice con notorio sarcasmo.

-bueno amigo tranka, no me hables mal eh- me siento a su lado- a todo esto...¿Que hacías vos en la joda? No me dijiste que ibas a ir.

-fui porque mis amigos me dijeron que tiene que aprovechar las fiestas universitarias porque estoy en mi último año y luego me iba arrepentir. Y tenes una suerte que allá ido porque sino no se que seria de vos.

-Si amigo te debo una grande- me acerco y lo abrazo.

-Hablando posta, mejor empeza a controlarte. No me hagas hablar con tu mamá.

-te juro que no va a volver a pasar, no la metas en esto- le pedí.

-Bueno, entonces empezamos disculpándote con las dos personas que trataste mal. La piba sofia y tu enamorado que no tenia nada que ver.

-El lunes voy hablar con ella, la verdad si fui un forro, y en cuando a Mauro.... creo que eso va hacer un poco más difícil

-Dale Tiago no seas cagon, solo te disculpas y aprovechas arreglar un poco tu imagen con el, ¿no era que querías darle una bueno impresión? Bueno esta es tu oportunidad ya te dije.

- Ya voy a ver.

[..]

Ya lunes por la mañana me encontraba caminando por los pasilos de la facultad, y de la único que se hablaba era de la fiesta y claro mi pelea con sofia.

La busque por todos lados hasta que finalmente la encontré.

-Hola, ¿podemos hablar?- Le pregunto esperando rechazo pero ella solo sonríe.

-Tiago guapo, que te trae.

-Solo quería disculparme por lo de la fiesta, la verdad me pase por como te trate pero creí que ya sabias que solo era sexo.

-Si sobre eso, la verdad es que estaba mal porque el chico que me gusta me rechazo y estaba muy borracha, te vi y me descargue con vos. De verdad tengo muy en claro que solo es sexo, y no te preocupes no me ofendió nada de la que dijiste, realmente no me importa.

Suspiro aliviado y terminamos conversando un rato, quedamos bien y nada le dije de ya no acostarnos más y estuve de acuerdo.

Ahora solo quedaba disculparme con Mauro pero iba a tomarme mi tiempo para eso, o almenas eso creí si no me hubiese chocado con el ahora mismo.

-Perdón! De verdad no te vi- me disculpe rápidamente.

El no respondió y solo se puso a juntar las libros que cayeron al chocarnos. Me agaché ayudarlo cuando nuestras miradas se cruzan y siento como mi respiración se corta al ver esos tan ojos verdes que brillaban.

-Asi que sabes pedir perdón eh- dice sarcástico.

Se cambia a la perspectiva de Mauro.

Asi que sabes pedir perdón eh- hablo con sarcasmo antes de lavartarme.

El me da una media sonrisa apenado antes de hablar.

-Si sobre eso, justo te estaba buscando. De echo te quería pedir perdón, estaba muy borracho y se que no es excusa pero..

-Ya esta, no me importa, solo vete-respondo de mala manera y empezando a caminar.

-ey espera, hablo en serio, perdón te juro. Yo no soy así normalmente solo esa noche me deja llevar- trata de justificarse.

-no hace falta que me expliques nada, no somos nada igual.

-pero podemos serlo no?

Que?

Me giro confundido y somo veo una sonrisa pícara en su rostro.

Cuando cai tan abajo como para que me coquetee como una de sus guachas?

Quien se cree que soy

-No, jamas- repondo firme antes de seguir caminando a mi clase.

-Vamos, que tal ¿amigos? Podemos ser eso no?

-Amigos? Ja ja, por supuesto que no.

-ay vamos, porque no.

Me detengo y lo veo de arriba abajo, analizándolo.

Veo como sonríe nervioso y pienso en lo raro que es verlo actuar así y no creído como normalmente.

-Somos muy diferentes, punto. Me voy a mi clase.

Antes de que pudiera decir algo entro al salón en donde iba a tener mi próxima clase

¿De verdad pensaba que íbamos a ser amigos? Ja ni en un millón de años seria amigo de un mujeriego como el.

O eso creí.

De Repente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora