Agapē - woosan

Capítulo 2

YunHo y yo íbamos camino a nuestras casas, esta vez yunho no había traído su auto, por lo que tuvimos que tomar el autobús.

Ya estando dentro del autobús sentí mis párpados muy cansados, y sin darme cuenta me estaba quedando dormido, hasta que siento que el autobús frenó de golpe y yunho se estaba despidiendo de mi, le sonreí y el a mi y lo vi bajar del autobús. Por mala suerte yo vivía mucho más lejos que yunho por lo que me esperaba un viaje largo y no hice nada más que dormir hasta que llegué a mi parada.

Al otro día

YunHo

Hola Yun, a dónde nos juntamos
para ir a lo de Mingi?

Hola Sannie, lo siento,
hoy no podré acompañarte,
me adelantaron unas clases
en la universidad y debo
estar ahí

puedes ir tú, Mingi ya te
conoce y debe estar ahí

Esta bien, Yun, no te preocupes
visto

Entonces busqué las llaves de mi auto y salí rápidamente de casa, ya que se me estaba haciendo tarde para llegar al estudio de Mingi.

Al llegar se veía todo medio apagado, aún así toqué el timbre y esperé alguna respuesta, esperé unos dos minutos que se me hicieron eternos, hasta que se asomó alguien, pero ese alguien no era Mingi, era aquel chico de ayer.

- ¿Hola?, ¿San, verdad?, que haces por aquí tan temprano - me dijo aquel chico sonriendo

- Hola, hoy debía ver a Mingi por lo de mi tarea, ¿no esta por ahí?

- No está aquí aún, Mingi llega a las nueve, yo solo estoy aquí ensayando

- Oh, no tenía idea, Yunho me dijo a las ocho, volveré más tarde - dije algo avergonzado

- Si quieres puedes esperar aquí adentro, es solo una hora

San termina aceptando y entra al estudio junto a Wooyoung, wooyoung le ofreció algo para tomar ya que la mañana estaba helada y San le aceptó una taza de café.

Al rato wooyoung llega junto con dos tazas de café en sus manos y toma asiento frente a San y comienzan a hablar entre ellos para no estar incómodos.

- ¿En qué trabajas junto a Mingi? - preguntó el pelinegro con curiosidad

- Me está haciendo un mix de canciones para una presentación de baile que tengo dentro de poco

San era algo introvertido por lo que le costaba mucho entablar una conversación con Wooyoung, pero Wooyoung era más extrovertido por lo que no le costaba hablar con San.

- ¡Tu también bailas! - exclamó emocionado wooyoung.

- Si, desde siempre me ha gustado bailar - San le sonrió mostrando sus hoyuelos algo que a wooyoung le pareció bonito

- Yo igual bailo desde niño, Mingi me deja ocupar una de sus salas para ensayar mis coreografías antes de mis clases, por eso la mayoría del tiempo estoy aquí.

Llevaban un rato hablando y a San le parecía algo interesante que tuvieran tanto en común, terminaron sus cafés y Wooyoung le preguntó a San si quería ver la coreografía en la que estaba trabajando, a lo que san aceptó felizmente.

Entonces Wooyoung lo llevó hasta la sala en la que practicaba y le mostró su coreografía, San lo miraba con atención ya que cada paso que Wooyoung hacía, lo hacía con mucha precisión y con su propio toque de encanto, a lo que San quedaba asombrado por aquel chico y la coreografía, al terminar San lo felicitó y Wooyoung se mostró muy agradecido, sin darse cuenta ya casi eran las 08:00 am, hora en la que Wooyoung debía ir a sus clases y hora en la que San debía seguir su trabajo junto a Mingi.

- Bueno, es hora de irme, Mingi ya debe estar por llegar, me gustó pasar tiempo contigo, sabes que normalmente estoy aquí y podemos vernos seguido - wooyoung le sonrío a san

- Claro, me encantaría, nos vemos pronto Wooyoung - ambos se despidieron solo sacudiendo las manos.

San se dirigió a la sala de Mingi a esperar su llegada, pero por alguna razón el pelinegro no podía salir de su cabeza, soltó un gran suspiro y puso ambas manos en su cabeza con frustración, no le quiso dar importancia, pero sabía que en el fondo aquello traería muchos sentimientos confusos.