Experimento Fallido (wally darling RF AU)

Dudosas Decisiones

Una preciosa mañana, un sol brillante, un radiante arcoíris cruzando de extremo a extremo de aquella ciudad y el sonido tan agradable del canto de las aves, levantaba a la chica de cabellos ____, se sentía recuperada, aún tenía media semana de incapacidad, pero sentía que no podría faltar demasiado al trabajo ahora que ansiaba ver a su nuevo "novio", para calmar sus ansias se puso a hacer papeleo desde casa, a hornear galletas y esperar alguna notica por el correo o alguna llamada.

por su parte, el hombre de cabellos azules se encontraba sumamente ocupado, muy atareado, después del incidente había muchas cosas de seguridad que revisar, y tantas cosas por arreglar, estaba ahogándose en papeles que debía revisar, empezaba a extrañar mucho a aquella chica más haya de tenerle un gran cariño tan bien le tenía respeto por toda la papelería que podía manejar, además que sin ella allí se sentía un gran vacío en la oficina, pensaba que tal vez esa tarde podría ir a verla, que equivocado estuvo, no pudo salir del laboratorio ni un solo minuto hasta el cierre definitivo de la fábrica, por culpa de ese morado problemático, habían demasiadas cosas que hacer, además de la inexplicable desaparición de la inspectora en turno, si las cosas no mejoraban para cuando la peli___ regresara ella también tendría que incorporarse a la búsqueda y recopilación de lo sucedido, no quería que se expusiera demasiado, como había dicho Barnaby en algún momento estaría en grave peligro, esa noche no fue a verla, y tampoco le escribió
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El silencio en el hogar de la chica se hizo notorio después de que pasara la hora de salida del peli-azul, estuvo arreglando toda la mañana el lugar para que aquel hombre llegara como habían acordado, pero conforme los minutos pasaban la emoción empezaba a disminuir lentamente

- Aun vendrá... ¿cierto?

solo el silencio respondió a su pregunta, dieron las 10 de la noche y nunca llego, por indicaciones del médico la chica fue a dormir, no movió ni recogió absolutamente nada de los adornos que había preparado para la cena que según ella iba a tener, no pudo pegar los ojos más de 4 horas, se sentía peor que el día que se había herido, su hogar le parecía algo tedioso así que salió a dar una vuelta por el centro, se dio una ducha rápida y se vistió con ropa cálida ya que hacia un poco de frio.
aún era muy temprano por la mañana y pocos establecimientos habían abierto, por suerte la chica se encontró con una cafetería y decidió desayunar allí ya que no lo había hecho antes de salir de casa, tomo asiento en una mesa junto a la ventana y pidió waffles y un expreso, se tomó su tiempo para comer, mirando su celular usualmente, en particular un mensaje visto "'¿por qué no viniste?" al final decidió apagar definitivamente el celular, termino su comida, luego de pagar su cuenta y se fue a pasear por el centro comercial, había cosas que necesitaba comprar y si solo pensaba en aquel mensaje terminaría olvidándose a sí misma, aunque admitía que estaba asustada por el hecho de haber hecho algo malo aquel día y que el contrario realmente solo estuviera jugando con ella, quito esos pensamientos de su cabeza y se puso a comprar cosas que pensaba le harían falta entre otras cosas, paso horas en el centro, al final solo compro la despensa de la semana y cosas para hornear más, ya no sabía para que si tenía muchísimos postres en su refrigerador pero algo de eso la desestresaba.
eran alrededor de las 8 ya había estado más de 12 horas fuera de casa, había tomado un taxi de regreso a su casa ni siquiera se había dado cuenta del auto fuera de ella hasta que el taxi se fue.

ni siquiera tuvo que acercarse al auto para que el hombre peli-azul bajara del auto aparentemente molesto acercándose hacia ella, en ese preciso momento la chica tuvo una inercia de miedo al ver la actitud del más alto, de sus ojos comenzaron a brotar lagrimas sin que ella quisiera y su cuerpo se movió solo, retrocediendo con dirección a su casa, lo cual pareció molestar más al hombre, el cual solo tuvo que adelantar unos pasos para alcanzarla, y jalarla del brazo, quitándole las llaves para abrir la puerta, empujándola hacia adentro y cerrando la puerta tras el