Su cuerpo temblaba, y el líquido viscoso salía de su entrada maltratada. El cuerpo desnudo del de gorra se tocaba contra el suyo, se sentía sucio, su voz no salía, y no podía moverse. Sentía las manos ásperas de su contrario moverse por su cintura, tocándolo de manera tan lujuriosa. Sentía como su anillo ardía como la mierda, siendo incapaz de hacer algo.¿Era tan malo para merecer esto? Se sentia tan impotente
Finas lagrimas salían de sus ojos. ¿Cómo fue tan idiota para abrirle la puerta?
Se odia a si mismo por siempre caer en la misma trampa, odia su cuerpo manchada. Porque Quackity como un pincel pinto sobre su piel, ensuciando lo.
Antes de los abusos, y los toques sin consentimiento de Quackity, había una amistad. Una linda amistad de mejores amigos, donde spreen le contaba todo de su vida al mexicano, o donde hacían pijamadas, comían galletas, veian peliculas, haciendo todo juntos.
Recordaba las veces en que Alexis calmaba su llanto cuando se lastimaba, o se sentia mal y viceversa.
Pero un día todo cambio.
𝙤𝙣𝙚 𝙮𝙚𝙖𝙧𝙨 𝙗𝙚𝙛𝙤𝙧𝙚
Aquel día era muy especial para el más bajo, el día del cumpleaños de su mejor amigo; Iván, y el día donde declararía sus sentimientos a este.Llevaba años enamorado del alto, pensaba que el sentía lo mismo, confundiendo las cosas con los amables gestos de su amigo, solo fue un estúpido enamorado de ese alguien quien nisiquiera lo veía como algo más. Ama a ese chico y su estúpida sonrisa.
Aquel día compro rosas, y un ramo flores caras, planeo todo, el lugar, la comida, lo que diria. Pero fue rechazado.Iván no lo amaba, el solo lo veía como un su mejor amigo.
"Lo siento Alex, pero yo no siento lo mismo que vos. Solo te veo como un amigo"
Su corazón se rompió, y empezó a llorar frente al pelinegro, quien lo abrazo para calmar su llanto mientras se disculpaba por no sentir lo mismo, aquello fue como un puñal en el corazón ya lastimado de Quackity.
Ante la desesperación, y la frustación de no ser correspondido, forzó a Iván a tener relaciones, lastimando varias veces en su zona, hasta hacerlo sangrar. Recuerda haber escuchado las súplicas, pero aún así no se detuvo, y nunca lo hizo. Esa fue el primero de varios abusos, sometiéndolo y dañando lo sin importarle como se sentia.
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Abrazo débilmente su cuerpo, en posición fetal, derramando lagrimas de dolor.
Su abusador había salido de allí, dejandolo solo en su casa, no se podia mover, cada parte de su cuerpo dolia como el demonio, pero necesitaba ser atendido, no había comido bien hace cinco días, lo unico que recuerda consumir fue una taza de café y unas papas. Iván como pudo se sostuvo, hasta llegar a su cajonera, sacando una camiseta holgada y unos pantalones anchos de tela, se los puso, y volvió a tirarse sobre su cama.
Tomo su celular para llamar a su mejor amigo, necesitaba algo de comer y que lo ayudara a hacer algunas cosas del hogar.
"¿Hola?"
"Carre...¿Podes venir a mi casa?"
"¿Qué pasó?
"Es que estoy algo enfermo y no me puedo mover mucho. ¿Podes?"
"Obvio Iv, en cinco estoy"
Colgó la llamada, volviendo a sus pensamientos, no sabía que hacer, tenía tanto miedo de decir la verdad de ser rechazado por sus amigos. Su estómago soltó un gruñido, y el dolor aumento, abrazo su vientre en un inútil intento de que el dolor abandonará aquella zona.
Sollozo en silencio, cuando escucho los pasos de alguien entrando a su casa, sabi que era Rodrigo, se sentó como puedo en la cama, y seco sus lágrimas, intentando forzar una sonrisa.
—Iv ¿Estás acá?— El castaño entro al cuarto, encontradoce con su amigo Iván, se veía en muy mal estado, sabía que había llorado por sus ojos hinchados, la piel de su cuello estaba roja, y acompañada de moretones violetas. Dejo caer unas bolsas de frituras, y rápidamente se dirigió a Iván preocupa.
—¿Qué te paso? ¿Quien te hizo esto?—Dijo totalmente molesto con quién sea la persona quien le haya echo eso al pelinegro.
—Nada, solo me caí y me hice mierda— Su mentira era una mierda, además de no tener logica por las marcas de su cuello. Pero Rodrigo es tan ingenuo que se cree todo.
—Uh, yo pensé que alguien te había golpeado oh algo por el estilo. ¿Tenes hambre? Traje unas papitas— Dijo tomando de nuevo la bolsa, y dándose las a Iván para que comiera
—Gracias amigo, sos el mejor. ¿Podes hacerme un favor?— Sus ojos bajaron por la pena, mientras jugaba con las frituras.
—Claro Iv, decime no más—
—Bueno, no quiero abusar pero...¿Podrías ayudarme a limpiar el departamento? Está echo mierda y me duele el cuerpo— Su voz bajo un poco, mirando a Rodrigo con pena
—¡Claro que puedo! Si querés hasta te lavo la ropa— Dino con algo de gracia empezando a acomodar algunas cosas del cuarto de Iván.
Al terminar se despido de el. Soltó un suspiro, volvió a estar solo, se sentó en el sillón, mirando su celular buscando algo para entretenerse y no recordar todo lo que ha vivido.
Su vida para sus amigos se había vuelto "perfecta" ahora tenía un departamento propio, y ganaba plata por trabajar desde casa, si supieran que el dinero no venia de allí. Dede que se mudo, Alexis había empezado a dejar dinero para poder ma tenerse, se sentía como una puta que cobraba por unas horas de sexo, pero tampoco podía rechazar el dinero, no estaba dispuesto a vivir de nuevo en ese infierno de la casa de sus padres, pero de por sí el infierno era lo que vivía cuando Alexis lo buscaba.
Saco su camisa y observo su abdomen. Se dió asco al ver todo las mordidas y marcas que habían allí, sollozo con fuerza.
—¡Iván!— Se tenso al escuchar aquella voz tan conocida eh intimidante.