prólogo

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Nunca imaginé terminar en esta situación, ¿enamorada de esta manera? Debo de estar loca, si mi padre se entera me matará, ¿Cómo le digo que me enamoré de su socio?

Lo conozco desde que tengo memoria, nuestras familias son amigas desde hace muchas generaciones, los italianos somos así, las relaciones sociales son lo más importante en nuestras vidas, y ahora que vivimos fuera del país es más importante conservar las buenas amistades. Los Esposito  y los De luca por ejemplo, son una muestra de ello, los negocios nos hicieron familia, pero nunca creí que nos llegáramos a unir de esta manera.

Y acá es cuando entra Gabriel de Luca, el hijo mayor del mejor amigo de mi padre Carlo. siempre ha estado en mis cumpleaños, en las festividades, incluso fue mi niñero hasta que se fue del estado para ir a la universidad de sus sueños.

Recuerdo haber crecido admirándolo, quería ser como él, Gabriel siempre fue el hijo estrella, obtenía las mejores calificaciones, era carismático y lleno de hobbies y habilidades y ahora que volvió de Italia estoy más que sorprendida en ver en lo que se ha convertido.

-¡hija, baja rápido por favor!-  exclamó mi madre, hoy era el día en que volvería a ver a Gabriel en persona desde hace 10 años, mi familia y los de Luca harían una fiesta de bienvenida por el hijo estrella.

-¡Dame 5 minutos, per favoreeee!- exclamé desde mi cuarto y mientras terminaba de maquillarme,mi hermana entraba a mi cuarto y se lanzaba en mi preciosa cama recién tendida.  -ni creas que te irás sin volver a dejar mi cama como estaba Sofía-  ella me sonrió con malicia y empezó a girar en ella.  -hermanita hermosa, tu sabes que te amo mucho, pero tu cama es más cómoda que la mía-, Dijo con una gran sonrisa en su cara.

Sofía me sacaba de quicio, todos los días tenía algo para decir o hacer para molestarme, pero la amo con todo mi corazón como para enojarme con ella. Soy la 3 hija de 5, somos una familia un poco grande, así como los De luca que tienen 6 hijos, cuando nos unimos todos somos un problema para el barrio, nadie nos controla.

Terminé de arreglar mi cabello y salí rápidamente de mi cuarto sin antes advertir a mi hermana menor de no tocar mis cosas.

Bajé las escaleras para encontrarme con un gran desastre en toda la cocina, mi nonna y mi madre estaban cocinando como para alimentar a toda la cuidad. -por favor termina de guardar los aperitivos en la nevera, tus hermanos se los comerán si los dejamos en la encimera-. Dijo mientras terminaba de cocinar la cena, - mia cara Luciana ( mi querida Luciana), ¿Cuándo cuando vas a traer a un ragazzo a la casa? Mírate, 20 años y tu vida amorosa más vacía que mi cuenta bancaria-.añadió mientras servía las limonadas mientras yo guardaba la comida en los recipientes.

-¡Mamma!,no le digas esas cosas a la niña, ella está enfocada en otras cosas en estos momentos, como en terminar su carrera por ejemplo-, dijo mientras apagaba el horno.

Mi nonna rodaba los ojos y me miró con sus ojos coquetos,- ¿me vas a decir que ningún ragazzo te calienta el fogón?-, yo no podía parar de reír, -¡Mamma!,¡per l'amor de Dio!(por el amor de dios) Deja que hablar de esas cosas-, exclamó exasperado mientras sus mejillas se colocaban como un tomate.

-no te hagas, fijo a ti también te encendieron mucho el fogón, por eso me diste 5 nietos-, dijo mientras me guiñaba el ojo, y mi madre salía disparatada de la cocina. Mi nonna Ilaria era una mujer muy imprudente cuando se requiera seriedad en la situación, ella es el alma de las fiestas, ella tiene toda la diversión que mi nonno Renzo buscaba en su vida, son el uno para el otro.

Mientras lloraba de la risa por los comentarios de nonna, entraron a la casa mis mejores amigas Federica y Antonella, las gemelas de Luca, son 1 día mayor que yo, pero la más madura de las 3 soy yo, a ellas les falta un tornillo en la cabeza.

-¡no puedo creer que mi hermanito por fin volverá a casa!-, exclamó Fede mientras tomaba una limonada de la mesa, -pero solo vivirá con nosotros mientras consigue un apartamento cerca de la empresa-. Anto suspiraba mientras abrazaba a la nonna para saludarla.

La verdad si me encontraba nerviosa por su llegada, digamos que siempre tuve un amor platónico por Gabriel, cuando cumplí 15 años ya no lo veía como el hermano mayor molesto, no entendía como a las gemelas si les caía tan mal. -los chicos fueron por él, ¿cierto?-, Antonio, Renato Gabriel y Mariano eran como uña y mugre, siempre se entendían muy bien ya todos son profesionales, con parejas y hasta hijos, excepto por Gabriel, el se había dedicado a viajar, conocer y trabajar, para ahora tomar en cargo de presidente de la empresa comercial de nuestros padres, la cadena de hoteles, mía bella vitta.

Las gemelas asintieron y mientras todos terminábamos de organizar la decoración y la comida en la casa de los de Luca, mi corazón latía cada vez más rápido al saber que lo vería después de tanto tiempo, todo estaba listo, nuestras familias ya habían llegado y los chicos ya venían en camino, hasta que de repente sonó el timbre de la casa y se abrió la puerta principal.

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H0ly_ang3ls <3

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