Harry Potter y El Contrato de Compromiso

Capítulo 9

Harry yacía despierto en su cama, mirando fijamente el dosel de su cama con dosel. Había regresado de su primera lección con Snape completamente agotado y extrañamente optimista. Harry había esperado ser torturado a manos del profesor de Defensa de cabello grasiento, usando estas lecciones avanzadas como una forma de castigar a Harry por los pecados de su padre. No quedó decepcionado.

"Cierra la puerta, Potter." Snape dijo con su habitual manera cortante. Harry obedeció y esperó la siguiente petición del profesor. Harry estaba recordando la última vez que había asistido a lecciones privadas con Snape. La oclumancia había sido agotadora y tortuosa. Snape no había instruido nada bien. Harry se había sentido más débil y más abierto al Señor Oscuro que nunca.

Antes de irse a su lección, Hermione lo detuvo, instando a Harry a escuchar realmente lo que Snape le decía que hiciera.

"Harry, esto no se trata de Snape y tú. Tienes que dejar eso atrás y concentrarte. Vas a tener que tragarte tu orgullo y tratarlo con respeto para que te enseñe bien". Ella había suplicado.

"¿Y qué pasa si lo convierte en su propia sesión privada de tortura?" Harry había respondido.

"Incluso él sabe que puedes contraatacar y hacerlo bien. Esto no es Oclumancia. Realmente creo que Snape sabe que, si bien puede tener experiencia, le darás una pelea real y podría resultar gravemente herido. Intenta recordar". Por qué estás haciendo esto, Harry."

Durante su camino al salón de clases de Snape, Harry pensó en lo que Hermione le había dicho. Y si bien era cierto que Harry estaba haciendo esto para derrotar a Voldemort, estaba seguro de que Snape no iba a ser fácil.

Sin embargo, Harry comenzó a pensar que tal vez no fuera algo malo. ¿Sería más fácil que alguien a quien le importara le enseñara? Alguien que se lo tomaría con calma y lo cuidaría, o sería mejor que le enseñara alguien que no retrocediera. ¿Alguien que realmente lo odiara y realmente intentaría lastimarlo, como seguramente harían sus enemigos?

Harry miró fijamente al profesor vestido de negro mientras se levantaba y con un movimiento de su varita había quitado todos los bancos y escritorios para que tuvieran una gran área abierta para trabajar.

"Soy consciente de que dirigiste un club de defensa el año pasado, y también soy consciente de que todos los que enseñaste recibieron una expectativa superior o superior en sus exámenes. También sé que recibiste las calificaciones más altas que esta escuela ha visto en bastante tiempo. . Lo que te enseñaré aquí no serán simples hechizos o maleficios. Te agotará hasta que los domines. Sólo deben usarse en situaciones de vida o muerte. Si bien ninguno de ellos es imperdonable, son muy, muy Es peligroso usarlo con otra persona". Dijo Snape con frialdad mientras caminaba alrededor de Harry, quien miraba al frente para evitar que el hombre lo agitara.

"Ahora, cada hechizo que te enseñe, lo realizarás de forma no verbal. No te servirá de nada usar nada de esto si tu enemigo puede bloquearlo".

"Señor", Harry se atragantó con el respetuoso discurso de su maestro más odiado. "¿Puedo preguntar qué tipos de hechizos aprenderé?"

"Te mostraré hechizos que arrasarán a tus enemigos. Magia que los hará rogar por la reconfortante liberación de sus muertes". Snape habló casi con amor.

Harry tragó audiblemente. Sabía que estaban en guerra, pero no podía dejar de pensar en lastimar tanto a alguien que estaría rogando por la muerte. Aunque cuanto más pensaba en ello, ¿había realmente algo que no haría para salvar a sus amigos, o a él mismo, de una muerte inminente?