Motorcycle

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Dos corredores, una línea de meta, un ganador, esas son las reglas.

Las carreras ilegales son un método de escape para los jóvenes multimillonarios rebeldes, hijos de familias poderosas, con una alta influencia en la vida social de los consumidores.

Un joven con grandes sueños fue prisionero de los deseos materialistas de su padre, tener la línea de hoteles más lujosas del mundo, y lo está logrando con sus contactos de alto nivel.
Lo que no sabía nuestro joven corredor es que estaría frente a frente con su posible amenaza, la persona que lo derribaría de su podio número uno en las carreras de motos.

- ¿Estás listo Jeon? - el que largaría la bandera de salida le preguntó al siempre invicto campeón.

- Liam, ¿por quién me tomas? No soy un principiante, mucho menos un inexperto que ni sabe encender una moto, vamos amigo. - se burló con altanería el pelinegro.

- Okey, okey, mis disculpas rey de la coquetería. - bromeó en contra siendo así ambos matándose de risa.

-¿Alguna novedad del nuevo corredor contra el que competiré? - preguntó con una curiosidad disfrazada de desinterés.

- Dicen que está arrasando con todas las competencias a las que se aparece, colocándose en número uno en las de Busan, Daegu y en una parte pequeña de Seúl. - dijo sin mucha importancia sabiendo que esa información lo descolocaría.

Por un momento trastabilló y casi se cae de la moto en la cuál estaba montado. - ¿Qué carajos? - quedó pálido. - ¡Mierda Liam, debías de avisarme con tiempo! - Ahora con poco tiempo en el reloj debía de pensar como haría para ganar todas esas carreras y quedar infinitamente invicto.

- Y si cuando te llamaba tenías la verga metida dentro de alguna vagina de cualquiera de todas estas minas que rodean la pista. - dijo exaltado, es que a veces Jeon lo sacaba de sus casillas.

- Bien, bien, me haré cargo yo mismo, solo... solo no metas la pata ésta vez, y encuentra al próximo corredor de una vez, estoy hace media hora esperando al otro competidor. - frunció su ceño, cruzando sus brazos, y jugueteando con su piercing en el labio de manera ansiosa.

- Si señor. - boludea de breve manera como si fuera un soldado recibiendo la orden de su sargento, antes de ir corriendo hacia vaya a saber dónde.

Los minutos pasaban y pasaban hasta que el fuerte rugido de una PGMV8 hizo temblar por pequeños instantes a Jeon, es imposible vale ciento ochenta mil dólares, un simple ciudadano no podría comprarlo, así que debe ser algún rico o tal vez hijo de rico.

Las páginas web decían que la moto que le podría ganar a una Kawasaki Ninja H2R podría ser una PGMV8, y su distintivo motor lo confirma, es una.
Por muy pocos segundo Jeon se sintió intimidado junto a su Kawasaki, pero luego recuerda que su Kawasaki llega a los 400 km/h y la PGMV8 a los 350 km/h y se le pasó tan rápido que recobró la compostura.

Pero quitando de su ensoñación sobre motos y carreras, Liam se acercó a él casi sin aliento y le dijo; - Ya llegó, se ve que usa un seudónimo porque no encontré rastro absoluto de su verdadera identidad.

- Bien, dime lo que sabes. - dijo el azabache poniéndose el casco.

- Usa un seudónimo como Shadow, tiene una PGMV8 y nadie sabe de su género, su ropa siempre es grande y no se puede distinguir la silueta, por su maestría al manejar deducen que es un hombre. - lo importante que escuché fue moto y seudónimo, lo demás poco me importaba.

- Con que me digas nombre y moto que maneja, ya estaba Liam. - se quejó el muchacho.

- ¡Ay, bueno ya! - se hartó finalmente. - Solo preparate para correr y no jodas más. - Liam se fue echando humo por las orejas.

PROYECTO J97KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora