1. I wanna be yours

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Era de madrugada cuando la chica castaña despertó asustada por la pesadilla que acababa de tener arruinando sus horas de sueño. Habían pasado exactamente seis meses cuando descubrió a su ex novio engañandola. Aquél hombre rubio que tanto amaba, que era su primer amor que juraría que era con él hombre con quién iba a terminar en altar vestida de blanco.

Su pecho subía y bajaba agitadamente tratando de regularizar su respiración, cerró los ojos tratando de alejar esos dolorosos momentos, porque una traición no es fácil de olvidar, más cuando vienen de dos personas que más amas en tu vida. El ex-amor de tu vida y de su ex-mejor amiga.

En su mente venían momentos momentos felices a lo largo de su vida, siempre era su manera de calmarse. Pero su mente le estaba mostrando los momentos que ha pasado junto a Dick Grayson.

La primera vez que se conocieron, la sonrisa que le dió al estrecharse sus manos por primera vez. Aquella hermosa sonrisa de Dick que siempre le brindaba en todos los momentos buenos y malos. Incluso cuando llegó en la madrugada a la Torre Titans llorando como Magdalena buscando los brazos de Grayson contándole lo que había pasado al descubrir la infidelidad. Conocía a Dick desde hace 2 años atrás, cuando esté ejercía como Detective en Detroit asignado al caso del asesinato de su amigo de la infancia de la chica. Katherine consternada al estar recordando todos aquellos momentos no se dió cuenta cuando dejó de llorar. Pensó en sus ojos cafés, en su labios, su cabello castaño, en sus manos... Sacudió la cabeza inmediatamente. Recordó las palabras que su abuela decía de pequeña: El subconsciente siempre daba las respuestas que uno necesitaba.

Aquello la debo súbdita y completamente confundida, ¿Porque pensaba en Dick Grayson de esa manera?
El castaño siempre era atenta con ella, no importaba la situación siempre estaba para ella. Dick siempre era parte de las discusiones entre Katherine y su ex novio ya que siempre le reclamaba que él castaño tenía otras intenciones con ella, pero la chica lo negaba.

La castaña se levantó de su cama y fue directo al baño para lavarse la cara y despejar esos pensamientos nocturnos pero no funcionó para nada, así que decidió meterse a bañar con agua caliente para poder volver a conciliar el sueño. Pero su mente no la dejaba en paz. Volvió a recordar las palabras de la discusión que tuvieron Dick y su ex novio Steve mientras ella estaba acomodando sus cosas para irse del departamento donde compartía con el rubio. Estaba tan concentrada que realmente no le puso atención a la disputa entre los dos hombres.

-Ahora estás feliz Grayson, ¿no? Finalmente la tienes para tí...-dijo Steve cruzado de manos en su pecho completamente enojado.

-Kath necesita alguien que la ame y la proteja, no un maldito idiota que solo juega con ella para lastimarla.

-No me digas, y tú serás su héroe...-el rubio se rió amargadamente-Siempre lo supe -suspiro mientras bajaba la mirada hacia el suelo.-Siempre supe que estabas enamorado de ella... y ella de tí aunque lo niegue.

Katherine abrió sus ojos al recordar ese momento, cerró la llave de la regadera y salió del baño totalmente absorta en sus pensamientos. ¿Será cierto lo que dijo Steve?

¿Ella estaba enamorada de Dick?

Se puso un camisón de seda para poder volver a dormir, la chica se secaba el cabello mientras se dirigía a la cocina para preparar un té. Prendió la estufa y puso la tetera con agua para calentarla. Todavía seguía absorta en sus pensamientos cuando no noto que cierto castaño llegaba con su traje de Nightwing completamente golpeado por vigilar las calles de San Francisco.

El chico se quedó atónito al observar a la chica que amaba, sabía claramente que cuando se despertaba en la noche era porque tenía pesadillas y se arrepentía de no haber estado ahí para cuidarla. El sonido de la tetera volvió a la realidad a ambos.

Katherine tomó la tetera y al darse la vuelta vio a Dick parado observándola, dejó el objeto en la mesa y se acercó a él. Lo miró a los ojos, con cuidado le quitó el antifaz y pudo ver sus hermosos ojos cafés con claridad los golpes en sus pómulos. Sin pensarlo lo abrazo con fuerza, en ese momento se dió cuenta que no podía perderlo. Apoyo su cabeza a su pecho escuchando sus latidos. El chico le dolió el abrazo por los golpes pero no le importó porque para Dick Grayson, Kartherine era la mujer que ama con todo su corazón. Sintió que la chica apoyo su cabeza en su pecho y él aprovecho ese movimiento para poner su mentón en la cabeza de la castaña. Respiro su cabello olor a peonias que tanto amaba de ella. Estuvieron así durante largos segundos abrazados cuando la chica rompió el abrazo pero Dick no alejo sus manos de la cintura de ella.

-Ve a la enfermería, te curaré. Ahorita te alcanzo.-Dick asintió y le hizo caso a la chica.

Katherine suspiró mientras preparaba otro té para darle a Dick uno. Tomó ambas tazas de té de lavanda y los endulzó con miel natural, camino directo a la enfermaría donde lo vio sin la parte de arriba del traje. Estaba sentado en la camilla, Dick levanto su cabeza al escuchar sus delicados pasos. Katherine dejo las tazas al lado del kit de primeros auxilios. Tomó tijeras, vendas, alcohol, algodón, cinta y más suministros médicos junto con la charola metálica dónde puso todo lo necesario. Caminó hacia él nerviosa, sentía sus piernas temblar al posicionarse a centímetros de Dick. Puso la charola en la cama y empezó a desinfectar las heridas del rostro con una delicadeza para no lastimarlo de más. El chico solo la miraba totalmente callado siguiendo sus movimientos, sus miradas conectaron por largos segundos. Dick dirigió su mirada a los labios entreabiertos de la chica, y no pasó desapercibida por está misma pero inesperadamente también la castaña hizo lo mismo.

Katherine carraspeó y siguió curando las cortadas del chico castaño, no sabía que decir.
Estaba tan absorta en curar las heridas del chico que no se dió cuenta la mirada que le daba. Miradas de amor por parte del castaño.

-Noche agitada, ¿Uh?-sonrió mientras pasaba otra vez el algodón por el labio del chico, causando un quejido de ardor. -Lo siento, D.

-No podía dormir y salí-murmuro pasando sus dedos por la mandíbula de la chica, sus caricias eran reconfortantes haciéndola sentirse cómoda por la cercanía. Estaban peligrosamente cerca sus rostros.

-Dick, ya estás...-pero el castaño la besó haciéndola suspirar. Grayson la tomó de las mejillas para evitar que se alejará de él, porque ya era imposible para él querer ocultar sus sentimientos hacia la chica. Sus labios estuvieron danzando hasta que sus pulmones exigieron aire. Juntaron sus frentes mientras trataban de regular sus respiraciones, ambos jóvenes se miraban a los ojos adornando sus rostros con unas sonrisas llenas de amor.

-Él fue tu primer amor, pero yo pretendo ser el último. Sin importar cuánto tiempo me cueste.




Dick Grayson One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora