Memories of a love story - Joyrene

Los recuerdos.

< Adaptación permitida por @samolover >

Irene Pov:

Lo sabía, pero me negaba a afrontar la realidad. Quise ignorar aquellas pequeñas acciones que delataban la condición de mi Joy, no quería agobiarla dándole información que no necesitaba. 

Después de aquella tarde, todo comenzó a empeorar, Joy cada vez se veía más desorientada, a veces preguntaba por Haetnimee o por sus padres. Sus ojos buscando respuestas hacían que mi alma doliera. 

Por supuesto que cuando mi esposa recibió su diagnóstico de Alzheimer, sufrió un shock bastante grande, lloró durante mucho tiempo y yo lo hice con ella. Me costaba un mundo respirar cuando ella se lamentaba por no recordar en donde había dejado algún objeto que no existía. 

Ahora con dos meses con esa noticia, nuestra hija Yoon y nuestros amigos cercanos sabían sobre la enfermedad de Joy. Yoon lo tomó con mucha calma al principio, nos había visitado de Estados Unidos hace un par de semanas, tomándose un descanso de su carrera de artes en una universidad americana, pero cuando mi pequeña se quedó sola conmigo, se aferró a mi pecho y lloró por su madre como lo hacía de pequeña cuando se lastimaba.

"Parece que no es mamá" me decía entre llanto.

Después de su visita Joy se encontraba una tristeza profunda por la partida de nuestra hija, el tiempo ha pasado y parece no haber mejoría. Los dolores de cabeza constantes no ayudan, pero hay momentos donde todo parece volver a la normalidad. 

Momentos como este, donde estamos acostadas en nuestra cama, la una frente a la otra, tomadas delas manos después de un día agotador, con los huesos atrofiados y las plantas de los pies doliendo.

—Irene, háblame de cuando me pediste matrimonio— Sooyoung me pide, su voz es tranquila, pero sé que está sufriendo tratando de aferrarse a esos recuerdos que la mantienen lúcida. 

El pecho me duele, su cara llena de arrugas, sus ojos cansados y sus manos frágiles me hacen recordar todo lo que hemos pasado, y que ella lo esté olvidando, rompe mi corazón.

—Por supuesto que sí, mi Joy. —Le digo mientras la acerco a mis brazos y la acurruco en mi pecho. 

Flashback.

Los nervios me comían, el sudor se encontraba por todo mi cuerpo mientras esperaba a Joy en la habitación de nuestro hotel en Londres. Claro que mi profesión como doctora y cardióloga hacía que mis vacaciones fueran muy cómodas, y con Joy como accionista de nuestro hospital, no escatimamos en gastos. 

Después de lo sucedido en casa de Sooyoung, hace unos años, formalizamos nuestra relación, todas nuestras amigas nos felicitaron con gusto, a excepción de Wendy, quien después del anuncio de nuestra relación dejó Corea.

No supimos de ella por muchos años, hasta que Seulgi nos contó que terminó sus estudios en su lugar de origen y continúo con su vida, incluso se había casado en Estados Unidos después de unos años.

Al parecer Wendy jamás logró superar los acontecimientos entre Joy y yo hasta después de unos años y alejada de nosotras, su partida fue inesperadamente dolorosa para mi novia y sus amigas, pues llevaban más tiempo de conocerla. Pero todas respetaron su decisión y le desearon lo mejor a la chica, incluyéndome.

Después de terminar la universidad, logré obtener un puesto de pasante en un hospital privado en Corea mientras estudiaba mi especialidad, un año después Joy también había terminado sus estudios en negocios y encontró un trabajo como secretaria. 

Nos costó muchos años y trabajo lograr tener una inversión para construir una clínica de especialidades en Corea, pero con el esfuerzo de ambas lo logramos. Seulgi también era accionista mayoritaria de dicha clínica, pues ella se había especializado en neurología.