Tocaron la puerta con leve torpeza, fuerte pero indecisa como si en medio golpe recordara que esa no es la puerta y luego nuevamente tras su duda confirmara que no, en efecto, tocaba la puerta correcta y los golpes nunca eran golpes eran golpes a la mitad. "¿Y si está ocupada? ¿Y si estoy interrumpiendo algo? ¿Y si no quiere mi visita? ¿Y si no me quiere a mí? Ya toqué 3 veces y no escucho sus pasos ¿Y si me voy? No claro que no, ya estoy aquí. Tocaré una vez más, luego me voy ¿Y si soy muy insistente? ¿Pensará que soy un acosador?"
Con ese retumbar tan particular la dueña de la casa no sabía ni sospechaba que podía ser "¿Será algún cobrador? Pero si yo no debo nada. Solo han de ser niños jugando ¿Y si es algún aviso importante? ¿Y si falleció mi mamá? Voy corriendo ¡No! Camina lento, mientras no me digan que murió sigue viva, no quiero esa noticia ¿y si la llamo primero? Pero ya están tocando la puerta será mejor que primero abra". Abrió la puerta y no había nadie.
¿La duda mató al caballero? Ella miró a todos lados y vio una espalda conocida. Su duda se fue y se llenó de una profunda calma ¡Hey! Un corazón empezó a latir a gritos. Él volteó y ella lo vio. Caminaron hasta acercarse y espantando la duda él le dio la flor que traía hasta ese momento escondida. "No me puedo quedar mucho rato solo quise darte este Crisantemo y con él desearte todo lo que ella significa". Lo tomó de las manos y se alejó dejando la duda en el corazón de la flor que preocupada escuchó "Crisantemo"
"¿Crisantemo? ¿Crisantemo? Pero si soy un narciso", pensó¨.
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NARCISOS
ContoEste cuento es una exploración poética de temas complejos como la identidad, el dolor, el amor y la búsqueda de significado en la vida.