Cuando duermes conmigo las pesadillas se van

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—Kirito-Kun ¿Estás seguro que te quedaras con mi hermano? Se que van a pasar la noche conversando... Pero si quieres, después de eso...

—Tranquila Asuna. Me gustaría compaginar un poco mas con tu hermano ... ya que tengo la oportunidad —claramente se lo veía un poco nervioso, pero aun tomando el valor se despide de ella con un rápido abrazo, para después ir caminando normalmente hacia la salida. —. Que descanses, Asuna.

¿Qué mas remedio que aceptar la decisión de su novio? Él ya había tomado la decisión de quedarse con su hermano a pesar de que los dos por dentro se morían de nervios.

—Puede venir Kazuto, solo si por la noche accede a tener una conversación conmigo.

Había dicho su hermano cuando por azares del destino (que empieza a odiarlo) había escuchado la conversación con su novio por llamada, donde esta le avisaba y entre los dos planeaban lo que harían el día que sus padres se irían de la casa por viajes de negocios.

Kirito bajaba lentamente los escalones para dirigirse a la sala, que es donde se encuentra el hermano de su novia. Parecía hacer un poco de tiempo para serenarse y tener la mente clara con la que pueda defenderse con respuestas coherentes en caso de tener que responder—cosa que claramente tendría que hacer— y no soltar puras estupideces o frases sin sentido a causa de los nervios.

Después de lo que parece una eternidad los dos hombres se encuentran; uno sentado en uno de los sillones largos y el otro tratando de moverse y tomar asiento en el sillón que queda al otro extremo de él.

—Un gusto tenerte por acá Kazuto, supongo que Asuna estuvo mas que feliz con tu visita —sirviéndose una copa de vino tinto, Koichirou el hermano de Asuna, se acomoda y mira fijamente al muchacho

—...Es un gusto para mí también el visitarlos...

—¿Y es necesario hacerlo cuando nuestros padres no se encuentran en casa? — volvió a dar un sorbo a su bebida

¿Y ese ataque tan repentino? Si el aludido estuviese bebiendo algo se hubiese atragantado y tratando de salvar su vida para poder respirar. Pero como no tenía nada que tomar se quedó callado por segundos hasta que le entro el valor de responder.

—E-Este... —¡No tartamudees Kazuto! Pensaba.

—Tranquilo Kazuto, no hay necesidad de los nervios. Creo que yo también haría lo mismo —rio divertido, mientras Kazuto le seguía la risa, pero incomodo—. De todas formas, puse esa condición para poder hablar — Su mirar parece frío y un poco desconfiada—. Después de todo, me gustaría conocer mejor a quien en un futuro podría ser mi cuñado.

Si con el comentario anterior el muchacho estaba a punto de morir de los nervios, ahora con esto el muchacho sintió que se le iba el alma al suelo con tal de no seguir con esa conversación. Intento serenarse cuando empezaron a hablar de cosas relacionadas con la relación que mantenían los jóvenes, pero parecía ponerse aún más nervioso con cada segundo que pasaba hasta que...

—Ella te necesita

Soltó de repente el hermano de Asuna dejando a un Kazuto confundido por el cambio brusco de tema y de semblante, pues el hermano que parecía haber estado estudiando con cada pregunta que le hacía referente a él, a su relación y a sus planes a futuro paso a esperar alguna respuesta que lo convenza de que estará para la joven.

—¿...?

—Creo que ya ha pasado un rato desde que Asuna se ha ido a la cama —mirando el reloj se da cuenta que es la una de la madrugada—. Por lo que ya no podrá escucharnos... Kazuto, la razón principal para hablar contigo es porque ella últimamente no la ha estado pasando bien.

Kiriasuweek -2 de octubre-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora