Iguro Obanai era conocido por ser un alfa insensible, orgulloso; arisco, además de ser alguien que no mide su legual, llegando a lastimar los sentimientos de muchas personaṣ─en especial de tomioka─ Llegando a insultar y menospreciar el trabajo de los cazadores de bajo rango, alguen bastante estricto con las reglas impuestas en la corporacion de cazadores de demonios. Sin embargo, a pesar de todo, muchos omegas y betas desean ser marcados por el, desean tener un alfa tan hermoso como él, amando los ojos heterocromaticos del pilar, también su capacidad física, que aunque no sea tan destacable como otros pilares es bastante admirable para muchos omegas, sin duda. Obanai es amado por una enorme cantidad de omegas y betas, tanto fuera de la corporación como dentro de esta misma.
Lastimosamente para aquellos/as omegas, Iguro ya estaba enamorado de alguien, una omega hermosa, de angelical sonrisa, cabello sedoso y colorido; de gran cuerpo; fuerza sobrehumana; con gran apetito; con hermosos ojos color verde cálido, aquella mujer brillaba más que una lluvia de estrellas, aquella mujer era quien alegraba y le traía dicha a su vida, sin duda esa mujer era Mitsuri Kanroji, una de sus compañeras y dueña de su corazón. Iguro amaba de sobremanera a esa omega, se la pasaba contemplandola, escuchando cada historia o chiste que hacía, observaba como sus ojos se iluminaban al comer una docena de mochis, como aquella mujer llena de amor y calidez se preocupaba por todos sus compañeros y por el. Incluso, el pilar de la serpiente, llegó a fantasear una vida con ella, cómo se verían sus cachorros, como luciria Mitsuri con un vestido de bodas o con el vientre grande esperando otro cachorro, si algo tenía claro Iguro era tener a la pilar del amor como esposa, cueste lo que cueste. Obanai, llevaba detalles a Kanroji, mochis, adornos para el cabello, algunos kimonos, en los inicios él le regalaba margaritas, después fue dando rosas y gardenias.
Sin embargo, el amor a pesar de ser dulce, suave, un viaje a otro mundo lleno de calidez, lleno de sensaciones y emociones, lleno de adrenalina por descubrir más con esa persona; a pesar de todo ese revoltijo de emociones vibrantes y emocionantes.........el amor duele, y mucho, como miles de cuchilladas, o como miles de demonios devorandote aun vivo. Y ese sentimiento era el que sentía Obanai ahora mismo, miles de flechas se clavaron en lo más profundo de su corazón, esa sensación, sentir aquella presión en su pecho, sentir su respiración corta, sentir los ojos llorosos; sentir un nudo en la garganta, todo eso lo sentía Iguro. ¿Pero por qué?, la razón de ello era el anuncio que el pilar del amor tenía preparado para sus compañeros pilares.
"¡Chicos, tengo algo que anunciarles!.......¡Me voy a casar, con un hermoso y fuerte alfa! Estaría encantada de tenerlos en mi boda...¡Sin embargo también les informo que me retiraré como cazadora de demonios!"─Después de aquella noticia, varios de sus compañeros se encontraban felicitando a Mitsuri, deseándole prosperidad, amor, felicidad y sobre todo paz para ella y su esposo. Pero, ¿Cómo lo haría?¿Cómo felicitar al amor de su vida por su boda?, no supo cómo, pero logró mantenerse sereno y tranquilo─"Te deseo lo mejor Kanroji, espero que seas feliz con tu alfa, que tengas buena vida y goces de salud"─Dijo, ignorando el nudo en su garganta, sus lágrimas asomando o como su mano temblaba y sus piernas parecían no responder─ "Gracias Iguro-san! Me alegra demasiado haber encontrado a mi destinado!"─Respondió con emoción y ternura, recordando a su amado.
Eso fue lo que terminó de romper a Obanai, su amada había encontrado a su destinado, a aquel que la haría feliz, no importaba cuánto amor le tenga el a mitsuri, el lazo de almas destinadas es inquebrantable, no importa cuanto fantaseo con ella, ni siquiera todos los detalles románticos o las bellas y radiantes flores con significados ocultos que le regalara. Ya no importaba, no ahora ni nunca. El tiempo pasó, algunos de sus compañeros se iban junto con Kanroji, ella los invitó a beber para celebrar su compromiso, además de presentarles al dueño de su corazón. Iguro decidió no ir, sería demasiado verla acaramelada con su alfa, no quería llorar en ese momento; sentía su corazón lleno de tristeza, impotencia y melancolía. Muchos no le reclamaron por aquella decisión, puesto que ya sabían lo que él sentía hacia mitsuri. Tuvo que pensar una excusa pero no se le ocurrió nada, simplemente su cabeza estaba vacía, solo pensaba en cómo podría sacar esa presión de su pecho. Y parecía que la suerte por fin le llegó al heterocromático, pues se le informó que se dirija a un pueblo cercano, donde tendría que exterminar a un demonio. Gracias a ello, le dijo a la dulce mitsuri, que no podría acompañarla, pero que le hubiera encantado conocer a su futuro esposo─una enorme mentira─Por último, se despidió de aquella chica, con un abrazo, uno muy dulce, olio por última vez el aroma a dulce de chocolate blanco y fresas que desprendía Kanroji.
Iguro llegó a aquel pueblo, rápidamente descubrió al demonio, quien circulaba por unas cosechas. Iguro lleno de ira y tristeza, se desahogo con el demonio, lo corto, torturó y golpeo. Algunos otros demonios seguían viniendo, sin embargo eso a él no le importaba, quería desahogarse y lo haría. Después de algunas horas, con el amanecer muy cerca, el sol brillando, avisando su salida, Iguro se encontraba con los cuerpos desintegrándose de los demonios, su ropa estaba llena de sangre; su cuerpo tenía arañazos; algunos cortes profundos por las garras de los demonios; también hematomas en partes de su cuerpo, sin duda estaba más que agotado, estaba destruido. Su cuervo al notar el estado del pilar, rápidamente avisó a un grupo de kakushis, quienes fueron al rescate del pilar de la serpiente. Fue rápidamente trasladado a la finca de la pilar del insecto, quien la recibió muy furiosa por su imprudencia. Fue llevado a una habitación, desinfectaron sus heridas, tuvo que coser algunos cortes demasiado profundos, después de un tiempo, Kocho terminó su labor, dejando vendado a su compañero, quien ya estaba acostado, descansando por todo el esfuerzo que realizó.
"¿Ya termino su labor Shinobu-san?"─ Pregunto la chica de dos coletas─"Claro Aoi, ahora el solo necesita descansar"─soltó una pequeña risilla─"Si mañana despierta, informarme, necesito habar con Iguro-san"─dijo con un tono más intimidante─"si, señorita shinobu"─respondió─"Muy bien, me retiro, tengo algunos asuntos pendientes, nos vemos Aoi"─La mujer empezó a caminar─"Nos vemos Shinobu-san".
Palabras:1096
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¡10 𝙘𝙖𝙧𝙩𝙖𝙨 𝙮 𝙚𝙡 𝙞𝙙𝙞𝙤𝙢𝙖 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙁𝙡𝙤𝙧𝙚𝙨!
RomansIguro Obanai, el pilar de la serpiente, esta enamorado de la dulce Mitsuri Kanroji. Sin embargo, este amor no es correspondido, ¡ya que la pilar del amor encontró a su alfa destinado! . . . . . Si embargo, por causa del destino, Iguro encunetra a su...