༒CAPITULO 1༒

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Una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro al escuchar a mi cachorro reír, escucharlo divertirse era lo mejor de mi día

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Una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro al escuchar a mi cachorro reír, escucharlo divertirse era lo mejor de mi día. Verlo jugar con sus juguetes con esa hermosa sonrisa en su cara me otorgaba 100 años de vida. A veces me dolía verlo tan solo, Eunjoo era un niño muy hiperactivo, lastimosamente no tenía amigos y las pocas veces que sale de casa es para acompañarme a realizar las compras, por esa razón siempre corría de un lado para otro en el supermercado viendo todo con sus ojitos brillosos de curiosidad.

Me senté a su lado y en un segundo ya sus bracitos se encontraban alrededor de mi cuello. Mi niño no se cansaba de expresar en diferentes formas su cariño y amor hacia mi persona. Se separó y tomó uno de sus carritos de juguete y me lo entregó, después cogió otro y comenzó a rodarlo por el piso haciendo ruiditos con su boca, imitando el sonido de un auto. Una pequeña carcajada salió de mi garganta al escucharlo, lamentablemente nuestro juego se vió interrumpido por un grito de Mingyu, quien acababa de llegar a casa.

—¡Jisung! —inmediatamente me puse de pie soltando el auto de juguete de Eunjoo y arreglando mi ropa.

Bajé las escaleras hacia la primera planta casi corriendo, intentando acomodar mi cabello y verme presentable para mi alfa, porque sí, las 24 horas del día debía estar impecable para él. Observé como se quitaba el saco y aflojaba su corbata, Mingyu trabajaba en la empresa de su familia, una bastante reconocida aquí en Seúl.

—Tengo hambre y estoy exhausto —dijo acercándose a mí y robando un corto beso de mis labios.

No eran muchas las veces en las que tenía un detalle así conmigo, pero cuando lo hacía mi omega no tardaba en demostrarle la alegría que le causaba moviendo su cola de un lado para otro, porque tristemente, a pesar de todos sus maltratos yo aún lo amaba, lo amaba demasiado para mi propio bien.

Una sonrisa se abrió paso en mi rostro cuando una de sus manos se deslizó por mi mejilla con suavidad.

—¿Qué te gustaría comer? —pregunté mirándolo a la cara.

—Mmm...Jajangmyeon.

—Bien, lo prepararé enseguida Alfa. —asentí de forma repetida y me encaminé a la cocina tarareando una canción que escuché en la radio hace varios días.

Me dispuse a buscar los ingredientes que necesitaba pero al final me di cuenta de que no tenía judías negras, mordí mi labio inferior con nerviosismo y salí de la cocina viendo a Eunjoo sentado al lado de su padre, ambos concentrados en la televisión donde pasaban las noticias. Sabía que mi pequeño estaba aburrido, pero él lo hacía solo para pasar algo de tiempo junto a él.

Suspiré y comencé a caminar a pasos lentos hacia ellos, me puse frente a él con las manos cruzadas al frente de mi cuerpo.

—¿Te parece bien si hago algo de kimchi? —pregunté con cautela mirando mis pies.

—¿Por qué no puedes hacer Jajangmyeon? —preguntó con voz seria y grave, haciendo que mi piel se erizara y mi omega se encogiera, sabiendo lo que sucedería luego.

༒I DON'T CARE༒ 𝗠𝗶𝗻𝗦𝘂𝗻𝗴 민성Donde viven las historias. Descúbrelo ahora