Choi Soobin es un omega con un aroma bastante dulce, lo que puede molestar a muchos alfas. Menos a Choi Yeonjun, un alfa amante de los dulces y del aroma de Soobin.
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⠀cyj alfa, top ! csb omega, bottom.
⠀omegaverse ㅡ dinámicas a/b/o.
⠀fluff. smut. c...
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Pasaron algunos días desde que Yeonjun se acercó a Soobin y lo ayudó en cálculo.
El alfa aceptó gustoso la invitación del menor, lo cual fue muy gratificante para este, pues no había sido rechazado.
─¿Por qué estás tan nervioso, Yeonjun? ─El alfa pelirrojo preguntó viendo como Yeonjun no dejaba de mover sus piernas en el piso y picoteaba su comida, eso era una clara seña de nerviosismo, Beomgyu lo conocía muy bien.
─Es que hoy irá a comer con su amorcito y sus suegros ─dijo Kai burlandose de su amigo.
─Suegras ─corrigió Yeonjun─. Son suegras, una alfa y una omega.
─Ah… Entonces ya admites que serán tus suegras, Yeonjun ─el pelirrojo lo codeo y lo miró con picardía.
Yeonjun se sonrojó y simplemente negó con la cabeza.
─Es lo que más quisiera, Beomgyu, Soobin y yo hemos estado hablando durante estos días y la verdad es que es un chico maravilloso. Sería el más feliz si fuera mi omega.
─Pues no pierdes nada con intentarlo.
─Sí, mi dignidad y mi gran avance con él, mínimo quiero quedar como un amigo ante sus ojos. ─El menor del grupo rodó los ojos fastidiado.
─El que no arriesga no gana, Yeonjun hyung. Si en verdad te gusta mucho ese chico, toma ese riesgo ─habló Kai.
Yeonjun bajó su mirada.
─Quiero ir lento, si me armo de valor, le confesaré mis sentimientos.
Kai no podía entender el actuar de Yeonjun ni de Beomgyu, ambos chicos se veían perdidos por esos dos omegas. Él solamente esperaba que su pareja predestinada se tardara en llegar un par de años o más. No quería estar enamorado ni atontarse como sus hyungs.
─Ah, hyung, hoy te llevaré tu videojuego, ya lo terminé.
─Pero Kai, hoy iré a comer a la casa de Soobin. ─El menor frunció el ceño─ ¡Ah! Pero ahí estará mi prima, acaba de llegar de Japón y se quiso quedar unas semanas conmigo. Ve y ella recibirá el videojuego.
─Perfecto, hyung, quiero regresarlo cuanto antes, no quiero romperlo o perderlo y tener que pagartelo ─dijo Kai haciendo un puchero chistoso.
El mayor rio ante el comentario de su menor y acarició su cabello con ternura.
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