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Mis ojos se abrieron, no había pensado en eso, me quede mirando la luz verde de la cámara estática

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Mis ojos se abrieron, no había pensado en eso, me quede mirando la luz verde de la cámara estática. Voltee para guardar la carne de res en su respetiva bolsa, me sentía observada, sentía una mirada aterradora.

Recordé todas las veces que en casa me sentí así, pero no recordaba si había visto alguna cámara en casa. Mis manos temblorosas dejaron caer el cuchillo, el sonido que hizo al caer me hizo saltar en mi lugar. Ao se asomó curiosa de lo que estaba pasando.

No dije palabra alguna, la idea de que esa cámara tuviera micrófono, de que alguien estuviera detrás de ella observándome, me ponía los bellos de punta, como pude sonreí — ya es hora de ir casa Ao, ya tengo tu carne. — curiosa, ao volteo su cabeza para un lado, después aleteo sus alas contentas para posicionarse en uno de los tres carritos con comida.

Dejando que la cámara me viera actuar normal, agarre los tres carritos para salir de la tienda y caminar a casa, por todo lo que llevábamos, caminábamos más lento. Yo miraba las luces de las calles en silencio, la música de la grabadora en mi bolsillo sonaba fuerte anunciado que estábamos ahí. También miraba con atención cada cámara, todas estaban encendidas.

Era aterrador pensar que cada paso que daba estaba siendo vigilado por cada una de esas cámaras, mis manos se apretaron en uno de los carritos, trataba de acelerar el paso, pero no era muy fácil por la cantidad de comida.

Cuando llegamos a la parte de las casas pare mi caminar, mis ojos recorrieron cada casa con cautela, sentía ojos en mí, que vigilaban mis pasos. Era aterrador. Ao al parecer también las sintió ya que empezó a ponerse nerviosa.

Volví a caminar esta vez más rápido, pasando cada casa sin mirarlas, mis manos sudaban y todo mi cuerpo temblaba.

Trataba de mantenerme tranquila pero cada vez sentía que el camino se hacía más largo, me sentía perseguida. No sabía que estaba pasando de repente empecé a pensar en diferentes cosas.

Cosas que no había tomado en cuenta, mejor dicho, no había querido tomar en cuenta. ¿Por qué en la cena de mi cumpleaños mi padre parecía tan tenso cada vez que mama hablaba? ¿Por qué antes de dormir me sentí tan sedada? ¿Por qué todas las casas parecían tan nuevas cuando era un distrito con muchos años de construcción? ¿Qué pasa con las luces del distrito?

Al llegar a casa Ao entro con rapidez y yo entre los carritos lo más rápido posible, casi con desespero. Cuando ya todo se encontraba adentro cerré la puerta con seguro apoyándome en está dejándome caer hasta quedar sentada en el suelo.

Mire a mi alrededor asustada.

— ¿dónde mierda estoy?

No había palabra que describiera el miedo que sentía en este momento, mi cuerpo temblaba y mis manos sudaban, mis pupilas temblaban. Me pare dejando caer mi bolsa, me dirigí a la cocina dejando mi grabadora en el mesón, me quede un rato parada en medio de la cocina pensando, sacudí mi cabeza para agarrar un vaso con agua, mientras lo tomaba, mi mano temblaba.

𝙎𝙤𝙡𝙤𝙨 𝙚𝙣 𝙚𝙡 𝙢𝙪𝙣𝙙𝙤 | © √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora