Único

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__ ¡Maldita sea!__ maldecía en un susurro ahogado, un omega que no tenía en sus planes estar en un baño de habitación de hotel, con los ojos puestos esas dos rayitas en una prueba casera de embarazo en una mano y en la otra , un documento de la prueba de sangre, ambos con el mismo resultado, positivo a embarazo, maldecía su suerte, maldecía esa noche, maldecía esas copas de más, maldecía al mal nacido hijo de puta y sexi Max Verstappen.

Aquella noche que le hicieron ver estrellas, no recordaba como llegaron a esa habitación y esa cama, pero joder como recordaba que le dieron la cojida de su vida, esa espinita que tenían a espaldas ambos pilotos desde adolescentes, por fin había sido aliviada, no como la primera vez que ambos eran jóvenes y fue un completo fiasco, el condón se rompió, y ambos huyeron asustados, esa ves no pasó nada, por obra de Dios y ahora que eran adultos no habían corrido con el mismo cuidado y mucho menos con la misma suerte.

__ Esto no puede estar pasándome a mí, por qué, si yo no hice nada malo__ lloriqueaba el monegasco, que mierda haría ahora pensaba, el último GP era la próxima semana y el no podía conducir así, verdad.

El toque de la puerta interrumpió sus ruidosos pensamientos, y maldijo de nuevo.

__ Estás bien, cuál fue el resultado?__ preguntó nervioso, aquel rubio que tanto despreciaba, hace poco tres veces campeón del mundo de la F1, su peor pesadilla.

Abrió la puerta bruscamente y empujó al responsable sus desgracias hacía la puerta.

__ Tú, maldito imbécil, como crees que estoy, sabes como estoy, de verdad quieres saber eh, estoy jodidamente embarazado por tu culpa, todo esto es tu culpa.

El alfa, no tuvo tiempo de analizar, Charles Lecrerc estaba en estado, de su cachorro, el cachorro de los dos, sus ojos azules, enfocaron en los verdes del menor y supo que lo que haría, era una locura, tomó el cuello de la remera de ferrari y estampó sus labios contra los del tifosi, sus manos bajaron a la cintura de este y lo tomó con fuerza, para que este no pudiera escapar de el, no esta ves, se detuvo en seco y el monegasco estaba en completo silencio, la acción lo había dejado sin palabras.

__ Entonces, quieres quedarte con el bebé?__ habló por fin el alfa, con miedo en sus palabras, dependía completamente del omega, y tomara la decisión que tomara, lo apoyaría.

__ Yo, yo..., no sé que hacer, tu quieres tenerlo?__ preguntó de vuelta, era una situación bastante inesperada, ayer estaba en el podio celebrando su primera victoria de toda la temporada y de la nada se desplomó y terminó aquí, con un par de zafiros mirándolo fijamente, esperando una respuesta, sobre lo que sería la decisión más importante de su vida.

__ Depende completamente de ti, eres que tú quien va a pasar por todo el proceso, la decisión está completamente en tus manos.

__ Si lo...__ le costaba decir la palabra, jamás imaginó estar en esa posición, un hijo suyo y de Max, jamás lo había pensado, ni en sus más esperanzados sueños, pero de la nada, este suceso se volvió real, __ si, si lo pierdo, me odiarás?

El rubio bajo la cabeza, reflexionó sobre ello, y su corazón se rompería en mil pedazos si eso pasaba, pero sus sueños plagados de amor y de formar una familia con el omega que ama, no son más importantes, que lo que quiere Charles y su bienestar, así que.

__ No, no lo haría jamás, si eso pasase, tu y yo volveríamos a lo de antes, solo colegas, no estaríamos ligados por nada, y si eso es lo que quieres, no te detendré__ lo miró a los ojos con mucha convicción, deteniendo las lágrimas que quemarían sus mejillas por el resto de la vida si tal cosa ocurriera.

__ Entiendo, como antes, si claro __ que demonios le pasaba, antes estaba todo molesto y alterado y ahora estaba decepcionado?, y es que también, que esperaba que pasara, que Max lo cortejara y le dijera que lo ama, eso no pasaría jamás, por todas esas turbulentas emociones empezó a reír.

IncidentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora